
Esta cazuela de verduras primaverales es mi celebración favorita de los productos frescos de temporada, combinados en un caldo aromático con toques de azafrán que transporta directamente a las mesas españolas tradicionales.
Recuerdo la primera vez que preparé esta cazuela fue después de visitar un mercado local en Valencia. Los colores vibrantes de las verduras me inspiraron tanto que ahora se ha convertido en nuestra tradición familiar cada primavera.
Ingredientes
- Aceite de oliva virgen extra: aporta un sabor mediterráneo auténtico usa uno de buena calidad para mejores resultados
- Puerro: proporciona una base aromática más suave que la cebolla común elige uno con hojas firmes y verdes brillantes
- Ajo fresco: fundamental para el sabor base busca cabezas firmes sin brotes
- Hinojo: añade un toque anisado distintivo selecciona bulbos blancos y compactos
- Zanahorias baby: dulces y tiernas perfectas para cocción rápida
- Patatas nuevas: mantienen su forma durante la cocción y tienen un sabor a nuez
- Guisantes frescos o congelados: aportan dulzura y color vibrante
- Judías verdes: dan textura y frescura elige las más delgadas y crujientes
- Calabacín: absorbe maravillosamente los sabores del caldo busca ejemplares pequeños y firmes
- Tomates cherry: añaden acidez y un toque de color intenso
- Pimentón ahumado: proporciona profundidad y carácter español
- Azafrán: el oro rojo español que eleva cualquier plato utiliza hebras auténticas si es posible
- Caldo de verduras: la base líquida que unifica todos los sabores
- Limón: añade un toque final de frescura y brillo
Instrucciones Paso a Paso
- Preparación de la base aromática:
- Calienta el aceite de oliva en una cazuela amplia a fuego medio. Añade el puerro en rodajas y el ajo picado, cocinándolos suavemente durante 2-3 minutos hasta que estén traslúcidos pero no dorados. Este paso establece la base de sabor para todo el plato.
- Incorporación de verduras de cocción larga:
- Agrega el hinojo en rodajas, las zanahorias baby partidas por la mitad y las patatas nuevas. Cocina durante 5 minutos removiendo ocasionalmente para que todas las verduras se impregnen del aceite y comiencen a ablandarse ligeramente. La paciencia aquí es clave no subas demasiado el fuego.
- Creación del caldo aromático:
- Incorpora el pimentón ahumado y el agua de azafrán, removiendo para que los aromas se liberen. Vierte el caldo de verduras y lleva a ebullición suave. Este momento es crucial para que los sabores comiencen a fundirse.
- Primera cocción:
- Tapa la cazuela y cocina a fuego medio-bajo durante 15 minutos, o hasta que las zanahorias y patatas estén casi tiernas. Comprueba pinchando con un tenedor deben ofrecer algo de resistencia todavía.
- Incorporación de verduras delicadas:
- Añade las judías verdes, guisantes, calabacín y tomates cherry. Continúa la cocción sin tapa durante 10 minutos más. Este tiempo permite que las verduras recién añadidas se cocinen hasta el punto perfecto mientras el caldo se reduce ligeramente y concentra sabores.
- Acabado y ajuste de sabor:
- Sazona con sal, pimienta negra recién molida y el zumo de medio limón. El limón es crucial para equilibrar todos los sabores y darle vivacidad al plato. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
- Presentación final:
- Sirve caliente en platos hondos o cuencos, espolvoreando generosamente con perejil fresco picado y opcionalmente queso Manchego rallado o feta desmenuzado. El contraste de texturas y sabores es maravilloso.

Esta cazuela me trae recuerdos de mi abuela, quien siempre decía que el secreto estaba en el azafrán. Solo unas hebras transforman un simple guiso de verduras en algo mágico. Recuerdo cómo insistía en que cada ingrediente debía añadirse en su momento preciso nunca todos a la vez.
Consejos de Almacenamiento
Esta cazuela de verduras primaverales se conserva perfectamente en el refrigerador hasta 3 días en un recipiente hermético. Los sabores incluso mejoran con el reposo, haciendo que sea una excelente opción para preparar con anticipación. Si quieres congelarla, hazlo antes de añadir las hierbas frescas y el limón, agregándolos al recalentar. Para revitalizarla, caliéntala a fuego lento y añade un chorrito de caldo fresco si ha espesado demasiado.
Alternativas y Sustituciones
La belleza de este plato radica en su adaptabilidad. En primavera, puedes incorporar espárragos puntas de alcachofa o habas frescas. En verano, prueba con berenjenas o pimientos. Durante el otoño, las setas silvestres y calabaza funcionan maravillosamente. Si no encuentras azafrán, puedes sustituirlo por cúrcuma para el color y un poco de tomillo para compensar el aroma, aunque el sabor no será idéntico. Para una versión más sustanciosa, añade garbanzos o judías blancas cocidas durante los últimos 10 minutos.
Sugerencias para Servir
Esta cazuela brilla por sí sola pero hay varias formas de convertirla en una comida completa. Sirve con una rebanada gruesa de pan de masa madre untado con alioli para una experiencia totalmente española. Para una comida más sustanciosa, acompáñala con arroz integral o quinoa. También funciona maravillosamente como acompañamiento de pescado a la plancha, especialmente lubina o dorada. Para una presentación elegante, sirve en cazuelas individuales de barro y termina con un hilo de aceite de oliva de alta calidad y flores comestibles.

Contexto Cultural
La cazuela tiene profundas raíces en la cocina española, especialmente en las regiones mediterráneas donde se celebran los productos frescos de temporada. Tradicionalmente cocinada en recipientes de barro que mantienen el calor uniformemente, este plato representa la filosofía culinaria española de simplicidad y respeto por los ingredientes. Durante siglos, las familias españolas han adaptado sus cazuelas según las estaciones, utilizando lo que ofrecía su huerto o el mercado local. Este enfoque de cocina sostenible y de temporada, tan relevante hoy, ha sido parte integral de la cultura española durante generaciones.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué puedo servir con esta cazuela de verduras?
Esta cazuela combina perfectamente con pan crujiente para mojar en el delicioso caldo o con arroz con azafrán como acompañamiento. También puedes servir una ensalada verde ligera al lado para una comida completa.
- → ¿Puedo preparar esta cazuela con anticipación?
Sí, incluso mejora de sabor al día siguiente. Refrigera en un recipiente hermético hasta por 3 días. Recalienta a fuego lento, añadiendo un poco de caldo adicional si es necesario, y agrega las guarniciones frescas justo antes de servir.
- → ¿Cómo puedo hacer esta cazuela más sustanciosa?
Para una versión más contundente, puedes añadir garbanzos, alubias blancas o incluso trozos de pollo si no necesitas que sea vegetariana. También puedes servir con una porción de arroz integral dentro del plato.
- → ¿Qué es el azafrán y puedo sustituirlo?
El azafrán es una especia aromática que aporta color dorado y sabor distintivo. Si no dispones de él, puedes sustituirlo por una pizca de cúrcuma para el color y una pizca de comino para el aroma, aunque el sabor no será exactamente igual.
- → ¿Puedo usar verduras congeladas en esta cazuela?
Sí, puedes usar guisantes, judías verdes y otras verduras congeladas. Ajusta los tiempos de cocción ya que las verduras congeladas generalmente necesitan menos tiempo. Añádelas cerca del final del tiempo de cocción para evitar que se deshagan.
- → ¿Es esta cazuela apta para dietas especiales?
Esta cazuela es naturalmente vegetariana y sin gluten. Para una versión vegana, simplemente omite el queso Manchego o feta sugerido como guarnición o sustitúyelo por una alternativa vegana.