
Esta sopa castellana es una receta tradicional española que mezcla lo simple y rústico para lograr una comida reconfortante y sabrosa perfecta para días fríos o cuando buscas algo fácil y delicioso con ingredientes que casi siempre tienes a mano. El ajo, el buen pan y el pimentón se convierten aquí en una sopa con historia y mucho sabor, coronada con huevo escalfado, ideal para una cena acogedora o un almuerzo rápido.
La primera vez que la preparé fue durante un viaje por Castilla y desde entonces se ha convertido en uno de los platos favoritos en mi hogar en días de lluvia.
Ingredientes
- Aceite de oliva virgen extra: Cantidad justa para dorar y enriquecer la base busca uno de color verde intenso y aroma fresco
- Ajos: El alma de esta sopa láminas finas para aportar mucho sabor sin ser invasivos
- Pan rústico: Preferiblemente de un día que aporte la textura y cuerpo busca pan con miga densa y corteza robusta
- Pimentón dulce español: La clave para el auténtico sabor elije uno de la Vera para ahumado natural
- Pimentón ahumado (opcional): Intensifica los matices busca el que tenga aroma ahumado puro
- Caldo de pollo o vegetal: El fundamento que une todo utiliza uno de buena calidad y bajo en sal
- Sal y pimienta negra: Para realzar todos los ingredientes siempre recién molida la pimienta para mejor aroma
- Huevos: Grandes y frescos para escalfar que el huevo tenga yema brillante es signo de frescura
- Perejil fresco (opcional): Aporta color y frescura añade justo antes de servir
Instrucciones paso a paso
- Preparar la base de sabor:
- Calienta el aceite de oliva en una olla grande a temperatura media. Agrega los ajos laminados y cocínalos con paciencia hasta que estén dorados y fragantes sin llegar a quemarse unos dos minutos esto sienta la base aromática de la sopa.
- Tostar el pan:
- Incorpora los cubitos de pan y mézclalos para que se empapen bien del aceite y ajo. Remueve durante unos tres minutos hasta que notes el pan con los bordes ligeramente crujientes esto asegura que mantengan su textura al cocerse.
- Aromatizar con el pimentón:
- Añade en este momento los pimentones dulce y ahumado. Revuelve rápidamente y no te distraigas el pimentón puede quemarse en segundos y volverse amargo justo para dar ese color y aroma característico.
- Agregar el caldo y sazonar:
- Vierte el caldo caliente sobre la mezcla de pan y ajo. Es el momento de sazonar con sal y pimienta al gusto lleva a hervor suave para que los sabores se unan y el pan aporte cuerpo.
- Cocinar y fundir sabores:
- Deja hervir suavemente entre diez y doce minutos para que el pan pierda firmeza pero se integre dando espesor a la sopa. Ve probando y ajustando sal si hace falta.
- Escalfar los huevos:
- Baja la temperatura para que el caldo no burbujee demasiado. Casca los huevos con cuidado y déjalos caer en la olla uno por uno. Mantén el hervor suave para que la clara cuaje sin endurecer la yema unos tres minutos suelen ser perfectos para lograr yema líquida.
- Servir y decorar:
- Reparte la sopa en cuencos hondos procurando un huevo en cada ración. Si te gusta el color y frescor añade perejil recién picado justo antes de llevar a la mesa.

Debes saber
- Aporta fibra gracias al pan integral si lo usas
- Fuente de proteínas y energía ideal para un plato único
- Congela bien pero los huevos escalfados es mejor agregarlos al momento
Mi parte favorita siempre ha sido el momento de romper la yema sobre la sopa y verla fundirse con el caldo y el pan. Esto me recuerda noches frías junto a mi abuela que siempre insistía en usar pan de la panadería del barrio por el aroma que soltaba.
Consejos para guardar la sopa
La sopa castellana se conserva muy bien en el refrigerador hasta tres días lo importante es guardarla sin los huevos escalfados y añadirlos al recalentar para que queden frescos y con la yema cremosa. Si planeas congelarla hazlo solo con la base de pan y caldo después agrega los huevos antes de servir.
Sustituciones de ingredientes
Si te falta pimentón ahumado usa solo el dulce pero añade una pizca de comino para un giro diferente. También puedes emplear pan integral para mayor valor nutritivo y caldo vegetal para una versión completamente vegetariana. Si no tienes perejil el cebollino picado funciona muy bien.
Sugerencias para servir
Se disfruta mejor bien caliente y con un toque extra de pimentón espolvoreado encima. Puedes acompañarla con uvas o una ensalada de tomate y aceitunas negras para equilibrar sabores. Si tienes quedó de jamón serrano añádelo al principio para más sabor.

Contexto cultural de la sopa castellana
Nace en las cocinas humildes de Castilla como una receta de aprovechamiento para no desperdiciar el pan duro. Tradicionalmente se servía como desayuno energético para jornaleros pero hoy es símbolo de la cocina de supervivencia española y se valora por su enorme sabor con ingredientes sencillos.
Trucos de experto
- El pan de buena calidad marca la diferencia escoge siempre pan artesanal de miga densa
- No escatimes en el ajo cuantos más uses más sabor profundo obtendrás
- Pochar los huevos directamente en la sopa le da un aspecto rústico e impresionante a la presentación
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipo de pan es mejor para la sopa castellana?
El pan rústico de un día es ideal porque absorbe bien el caldo y aporta cuerpo sin deshacerse completamente.
- → ¿Puedo usar caldo vegetal en lugar de pollo?
Sí, el caldo vegetal es perfecto para una versión vegetariana manteniendo el sabor auténtico.
- → ¿Es obligatorio añadir el pimentón ahumado?
No, el pimentón ahumado es opcional; da profundidad, pero puedes usar solo dulce para un perfil más suave.
- → ¿Cómo consigo que los huevos queden con la yema líquida?
Escalfa los huevos en el caldo caliente durante 3-4 minutos; así la clara se cuaja y la yema permanece jugosa.
- → ¿Qué acompañamiento recomiendas?
Un vino blanco fresco o un tinto joven, como un Tempranillo, resaltan los sabores tradicionales.
- → ¿Puedo añadir jamón o chorizo?
Sí, añadir unas lonchas finas de jamón serrano o chorizo en el sofrito intensifica el sabor y aporta textura.