Pollo al ajillo exprés sartén

Categoría: Reuniones Familiares con Buen Sabor

Disfruta de un clásico reconfortante en poco tiempo: el pollo al ajillo exprés combina ajo dorado, vino blanco y jugo de limón para lograr una carne jugosa y sabrosa con salsita irresistible. Se prepara en sartén usando pechuga o contramuslo deshuesado troceado y mucho ajo laminado, para absorber todos los aromas rápidamente. Puedes acompañarlo con pan, patatas o arroz. El resultado es un plato aromático y versátil, ideal para cualquier ocasión y sin complicaciones, que mantiene el alma tradicional de la cocina española.

Carmen Sabrosa sonriendo con una tomate en su mano.
Actualizado el Thu, 31 Jul 2025 15:26:24 GMT
Pollo al Ajillo Exprés en Sartén. Guardar
Pollo al Ajillo Exprés en Sartén. | yumyta.com

El pollo al ajillo exprés en sartén es ese truco genial para disfrutar de un sabor casero potente en poco tiempo incluso los días que llegas tarde a casa. No necesitas marinados ni técnicas complicadas con unos pocos pasos logras una carne jugosa y con ese inconfundible perfume a ajo dorado que invita a mojar pan en la salsa. Ideal cuando buscas un plato español reconfortante y rápido sin sacrificar el alma tradicional de la receta.

La primera vez que lo preparé fue en una noche fría cuando no tenía mucho tiempo y desde entonces se ha convertido en un comodín de mi cocina porque nunca falla y siempre sorprende a quien lo prueba.

Ingredientes

  • Pechuga o contramuslos de pollo troceados: aportan jugosidad y se cocinan rápido. Elige piezas frescas y de tamaño similar para cocción uniforme
  • Ajo laminado: imprescindible para el sabor clásico. Elige ajos firmes y no germinados para evitar amargor
  • Vino blanco seco: realza el aroma y ayuda a desglasar la sartén. Usa uno que también tomarías en copa
  • Caldo de pollo: potencia el gusto o agua si no tienes. Reserva algún caldo casero o utiliza uno de calidad baja en sal
  • Aceite de oliva virgen extra: el toque mediterráneo imprescindible. Busca uno suave que no robe protagonismo al ajo
  • Laurel: da un matiz tradicional y profundo. Usa preferiblemente laurel seco de hoja entera
  • Tomillo o romero en pizca: no es esencial pero le da otro aire. Elige hierbas aromáticas bien secas y con aroma fresco
  • Sal y pimienta negra: para sazonar. Elige sal marina y pimienta recién molida para mejor sabor
  • Jugo de limón: equilibra y da frescura. Siempre ponlo justo al final para mantener su aroma
  • Perejil fresco picado: el remate verde que alegra y refresca el plato. Escoge perejil de hojas vivas y verdes

Instrucciones paso a paso

Sazonar y dorar el pollo:
Seca bien los trozos de pollo con papel de cocina y sazónalos generosamente por todos los lados con sal y pimienta. Calienta el aceite de oliva en una sartén ancha a fuego medio-alto y añade los trozos sin amontonar; es importante hacerlo en tandas para que se doren bien y no se cuezan. Deja cada lado sin moverlo varios minutos y cuando tomen color dorado retíralos y reserva.
Laminado y dorado de los ajos:
Mantén la sartén en el fuego. Si ves que casi no queda aceite añade una cucharada extra. Baja el fuego a medio, añade las rodajas de ajo y la hoja de laurel. Mueve suavemente durante uno o dos minutos observando el color. El punto perfecto es cuando los ajos sueltan aroma y empiezan a dorarse, pero sin quemarse. Así te aseguras de que la salsa no amargue.
Desglasar con vino blanco:
Reincorpora el pollo dorado a la sartén. Si quieres añade ahora la pizca de tomillo o romero. Vierte el vino blanco y sube el fuego para que hierva fuerte. Usando una cuchara de madera, raspa el fondo recogiendo todos los jugos adheridos; eso llenará la salsa de sabor. Espera a que el vino reduzca aproximadamente a la mitad.
Cocinar con caldo y espesar salsa:
Añade la media taza de caldo de pollo, reduce el fuego a medio y cocina con la sartén sin tapar. Durante ocho a diez minutos, ves moviendo de vez en cuando y observa cómo la salsa se vuelve más espesa; el pollo debe quedar perfectamente cocido por dentro. Si ves que falta líquido, agrega un poco más. Si la salsa está muy líquida, sube el fuego en los minutos finales.
Toque de limón y perejil servido final:
Apaga el fuego. Exprime el medio limón directamente sobre el plato, distribuye el perejil fresco picado y corrige la sal si hiciera falta. Sirve el pollo caliente acompañado de toda la salsa dorada que puedas repartir. Es el momento de sacar un buen pan o una guarnición de patatas y disfrutar el aroma casero.
Pollo al Ajillo Exprés en Sartén. Guardar
Pollo al Ajillo Exprés en Sartén. | yumyta.com

Debes saber

Contenido en proteína perfecto para comidas saciantes. Apto para dietas sin gluten si acompañas con arroz o patatas. Congela y recalienta bien, lo puedes preparar con antelación. La esencia de esta receta está en la generosidad con el ajo. Me trae recuerdos de las reuniones familiares de domingo donde el aroma invadía toda la casa. El ajo bien dorado era lo que todos esperaban; incluso los peques peleaban por mojar más pan en la salsa.

Pollo al Ajillo Exprés en Sartén. Guardar
Pollo al Ajillo Exprés en Sartén. | yumyta.com

Consejos para conservar

Guarda el pollo al ajillo en un recipiente hermético en la nevera; dura hasta tres días y la salsa espesará un poco más. Para recalentarlo utiliza la sartén a fuego suave añadiendo un chorrito de agua o caldo, así la salsa vuelve a estar ligada y jugosa sin resecar el pollo. Si prefieres prepararlo para toda la semana congela en porciones y deja descongelar en la nevera antes de recalentar.

Sustituciones posibles

Puedes emplear muslos o pechugas según prefieras la carne más jugosa o más magra. El vino blanco puede cambiarse por un chorrito de vermut blanco o caldo si lo prefieres sin alcohol. Si buscas darle un giro, añade champiñones en la parte final de la cocción o sirve con un salteado de setas variadas, combinan perfectamente.

¿Cómo servirlo?

Este pollo pide a gritos unas patatas fritas caseras o pan crujiente para mojar en la salsa. Si buscas versionar la guarnición, acompaña con arroz blanco o ensalada fresca; te aseguras una comida completa y ligera. En otoño combina de maravilla con setas salteadas o un puré de boniato si te gustan los contrastes dulces.

Un poco de historia

El pollo al ajillo es una de esas recetas donde el ajo es protagonista absoluto. Un clásico de las casas españolas que nació en la cocina humilde rural aprovechando ingredientes sencillos y económicos. Cada familia le pone su toque, pero el secreto es dorar bien el ajo para impregnar la salsa de su sabor tan característico.

Preguntas y respuestas sobre la receta

→ ¿Qué tipo de pollo es mejor utilizar?

Se recomienda usar pechugas o contramuslos deshuesados cortados en trozos medianos, ya que se cocinan rápido y absorben bien los sabores.

→ ¿Puedo sustituir el vino blanco?

Si prefieres no usar vino, puedes reemplazarlo por caldo adicional o un chorrito de zumo de limón; así no pierdes jugosidad.

→ ¿Es necesario marinar el pollo?

No es necesario; la clave está en dorar bien el pollo y el ajo para potenciar el sabor en poco tiempo.

→ ¿Qué guarniciones combinan mejor?

Pan, patatas fritas, arroz blanco o una ensalada fresca son opciones ideales para acompañar este plato.

→ ¿Cómo evitar que el ajo se queme?

Dora los ajos a fuego medio, vigilando constantemente; retíralos si empiezan a oscurecerse demasiado rápido.

→ ¿Se le puede dar un toque personal?

Añade champiñones, tomillo o setas de temporada para variar la receta y adaptarla a tu gusto.

Pollo al ajillo exprés sartén

Pollo dorado en sartén con ajo y vino, listo en minutos. Sabor tradicional fácil y rápido.

Tiempo de preparación
10 min
Tiempo de cocción
20 min
Tiempo total
30 min

Categoría: Comida de Domingo

Nivel de dificultad: Medio

Estilo culinario: Española

Cantidad final: 4 Raciones (4 porciones)

Opciones dietéticas: Sin gluten, Sin lácteos

Ingredientes

→ Ingredientes principales

01 600 g de pechuga de pollo o contramuslos deshuesados, cortados en trozos medianos
02 1 cabeza de ajos (8-10 dientes), laminados en rodajas
03 1/2 vaso de vino blanco seco
04 1/2 taza de caldo de pollo o agua
05 3-4 cucharadas de aceite de oliva
06 1 hoja de laurel
07 Tomillo o romero seco al gusto (opcional, pizca)
08 Sal y pimienta negra al gusto
09 Jugo de 1/2 limón
10 Perejil fresco picado para espolvorear

Instrucciones

Paso 01

Sazona los trozos de pollo con sal y pimienta. Calienta el aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio-alto. Agrega el pollo y dóralo por todos lados durante unos 5-7 minutos. Hazlo en tandas si es mucha cantidad para que se dore bien. Retira y reserva aparte.

Paso 02

En la misma sartén, añade más aceite si es necesario, baja el fuego a medio y agrega los ajos laminados y la hoja de laurel. Dóralos ligeramente durante 1-2 minutos hasta que estén fragantes y apenas tomen color. Vigila que no se quemen.

Paso 03

Vuelve a incorporar el pollo dorado a la sartén. Añade el tomillo o romero si deseas. Vierte el vino blanco y sube el fuego para que hierva y se evapore el alcohol, rascando el fondo con una cuchara de madera para desprender los jugos pegados.

Paso 04

Agrega el caldo de pollo. Cocina a fuego medio durante 8-10 minutos, moviendo ocasionalmente, hasta que el líquido reduzca y se forme una salsa espesa y el pollo esté bien cocido. Si está muy seco, añade un poco más de caldo o agua. Si queda líquido en exceso, sube el fuego al final.

Paso 05

Apaga el fuego. Exprime el jugo de medio limón sobre el pollo y espolvorea perejil fresco picado. Prueba y ajusta la sal. Sirve caliente acompañado de patatas fritas, pan rústico o una guarnición ligera.

Notas

  1. Esta versión exprés del pollo al ajillo utiliza cortes pequeños y sin hueso que absorben rápidamente los sabores, permitiendo disfrutar de un plato tradicional en menos tiempo.
  2. Para una presentación otoñal, puedes añadir champiñones o servir con setas salteadas.

Utensilios necesarios

  • Sartén amplia
  • Cuchara de madera
  • Cuchillo para laminar ajos

Datos sobre alérgenos

Revisa cada ingrediente si tienes alergias y consulta a un profesional para asegurarte.
  • Puede contener sulfitos del vino blanco.

Información nutricional (por porción)

Estos datos son solo orientativos y no sustituyen la consulta médica.
  • Calorías: 320
  • Grasas: 16 g
  • Carbohidratos: 3.5 g
  • Proteínas: 35 g