
Las pechugas de pollo rellenas de jamón y queso son una solución deliciosa y fácil para una cena especial o un almuerzo con sabor casero. El interior jugoso con queso fundido y jamón hace que cada bocado sea reconfortante, mientras que la marinada y un ligero toque de hierbas transforman este plato simple en algo memorable.
Una vez hice estas pechugas para una cena improvisada y desde entonces mi familia las pide los domingos cada vez que nos reunimos. Todos quedan sorprendidos con lo fácil que es lograr un plato tan vistoso.
Ingredientes
- Pechugas de pollo frescas sin piel ni hueso: Elige piezas uniformes para un cocinado parejo
- Jamón serrano o de york: Añade sabor y jugosidad, opta por uno de buena calidad para mejor resultado
- Queso cheddar o mozzarella rallado: Da cremosidad y funde mejor. Si puedes, usa queso recién rallado
- Aceite de oliva virgen extra: Aporta sabor y ayuda a dorar el pollo en la cocción
- Sal y pimienta negra molida: Básicos para resaltar los sabores, utiliza sal marina y pimienta recién molida si es posible
- Paprika (opcional): Añade un leve toque ahumado. Elige paprika de calidad para más aroma
- Hierbas provenzales (opcional): Dan un perfume extra. Si tienes frescas, aportan mayor sabor
- Ajo fresco picado: Realza la marinada, procura que esté bien picado para que no queme
- Cebollín fresco picado (opcional): Aporta un sabor fresco y color, escoge cebollín firme y brillante
Instrucciones paso a paso
- Preparar el pollo:
- Limpia bien las pechugas de pollo retirando grasa y restos de piel. Enjuágalas con agua fría y sécalas bien con papel absorbente para que el marinado se adhiera mejor
- Marinar las pechugas:
- Coloca las pechugas en un bol, mezcla con aceite de oliva, ajo picado, sal, pimienta y las hierbas que prefieras. Deja reposar al menos treinta minutos en la nevera. Dale tiempo para que el pollo absorba todos los sabores
- Abrir en mariposa:
- Haz un corte horizontal en cada pechuga sin llegar al otro lado para crear un espacio central. Piensa en abrirla como un libro dejando los bordes intactos para que el relleno no se escape
- Rellenar con jamón y queso:
- Pon dos rebanadas de jamón en el centro de cada pechuga, cubre con una cantidad generosa de queso rallado. Evita poner demasiado cerca de los bordes para facilitar el sellado
- Cerrar y sellar la pechuga:
- Dobla las pechugas y presiona los bordes. Usa palillos de madera o un trozo de hilo de cocina si ves que tienden a abrirse. Esto ayuda a que el relleno no se salga
- Escoger la cocción:
- Horno: Precalienta el horno a doscientos grados. Coloca las pechugas en una bandeja con un poco de aceite y hornea durante veinticinco a treinta minutos hasta que estén doradas y cocidas.
Sartén: Calienta una sartén y añade un poco de aceite. Dora las pechugas a fuego medio alto durante ocho a diez minutos por cada lado hasta que notes que están doradas y cocidas por dentro.
Parrilla: Calienta la parrilla a temperatura media alta. Cocina las pechugas entre doce y quince minutos por cada lado. Girándolas varias veces para que se cocinen de forma pareja - Comprobar cocción:
- Verifica que la temperatura interna alcance setenta y cinco grados. Esto asegura que el pollo está bien cocido y muy jugoso. Si no tienes termómetro, pincha en el centro y verifica que los jugos salgan claros
El queso cheddar es mi parte favorita porque aporta mucho sabor y cremosidad. Muchas veces mantengo un poco de queso extra para poner encima antes de hornear y lograr un gratinado irresistible. Recuerdo que una vez mi abuela preparó estas pechugas con queso suizo y desde entonces me encanta experimentar con distintos quesos en el relleno.
Consejos para guardar
Las pechugas rellenas se conservan bien en la nevera hasta tres días en un recipiente hermético. Si las quieres congelar, hazlo antes de cocinarlas así se mantienen jugosas. Tras descongelar, cocina directamente y añade unos minutos extra.
Sustituciones de ingredientes
Puedes usar jamón cocido, pavo o incluso espinaca para un toque más ligero. Queso tipo gouda, manchego o incluso ricotta funcionan muy bien si buscas variar. Los condimentos pueden ajustarse con orégano, tomillo o pimienta de cayena para otro perfil de sabor.
Ideas para servir
Acompaña las pechugas con una ensalada fresca, arroz blanco o unas papas asadas. También quedan deliciosas con verduras al vapor o una salsa ligera por encima como un toque de mayonesa de hierbas frescas.
Una receta con historia
Este plato tiene un aire clásico, recuerda al popular cordon bleu europeo pero en versión práctica y con ingredientes que siempre encuentro a mano. Lo preparaba mi madre para celebraciones familiares y siempre unía a la mesa a pequeños y grandes para disfrutar juntos.


Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipo de jamón es mejor utilizar?
Puedes usar jamón serrano para un toque intenso o jamón de york si prefieres un sabor más suave.
- → ¿Qué queso aporta mejor textura al relleno?
El queso mozzarella ofrece un resultado muy fundente, mientras que el cheddar aporta sabor y cremosidad.
- → ¿Puedo sustituir el pollo por otra carne?
También puedes usar pechuga de pavo, que mantiene una textura y sabor ligero similar al pollo.
- → ¿Cómo evitar que se salga el relleno durante la cocción?
Cierra bien las pechugas con palillos de madera o hilo de cocina y no sobrecargues el relleno.
- → ¿Qué guarniciones acompañan bien este plato?
Ensaladas frescas, papas asadas o arroz blanco son excelentes acompañantes para estas pechugas rellenas.