Guardar There's something magical about watching a pot transform into pure comfort in under 35 minutes—especially when you're standing in your kitchen on a Tuesday night with nothing but good intentions and a pile of groceries. This one-pot chili mac happened almost by accident, born from a craving for chili that collided with leftover macaroni and my absolute refusal to wash more than one dish. What started as kitchen laziness became the dish I now make whenever someone needs feeding, whether it's family gathered around suddenly or friends dropping by unannounced.
I made this for my sister the first time she came home from college, and she actually asked me for the recipe—which never happens because she's convinced everything I cook is somehow luck. Watching her face when she realized we could eat it straight from the pot, no fancy plating required, felt like a small victory.
Ingredientes
- Carne molida de res (450 g): El corazón del plato; busca carne con buen contenido de grasa para que suelte sus propios jugos y el sabor sea más profundo, no demasiado magra.
- Cebolla mediana y pimiento rojo: Son la base aromática que suaviza el pico de las especias; picarlas en trozos uniformes ayuda a que se cuezan al mismo ritmo.
- Ajo (3 dientes): Minado finamente, se disuelve casi completamente en el caldo, dejando solo su esencia cálida.
- Frijoles rojos (425 g): Enjuáguelos bien para reducir el sodio y evitar un caldo turbio; agregan textura sin ser pesados.
- Tomates (lata de 425 g) y salsa de tomate: El uno mantiene trozos, el otro aporta cuerpo; juntos crean una base rica y ligeramente ácida.
- Caldo (480 ml): Tanto de carne como de verdura funcionan; el caldo es lo que convierte esto en un plato reconfortante, no una masa seca.
- Pasta de codo (220 g): Usa pasta sin cocinar y déjala absorber el sabor del caldo mientras se cuece; nada de precocinarla.
- Especias (chili, comino, pimentón ahumado, orégano): Estas no son decorativas; tóstales durante un minuto en la grasa caliente para que liberen sus aceites antes de añadir los líquidos.
- Queso cheddar rallado (150 g): Añádelo al final, cuando el calor sea suave; si lo hierves, se vuelve hilos desagradables en lugar de una salsa sedosa.
Instrucciones
- Dora la carne:
- En una olla grande, calienta a fuego medio-alto hasta que el fondo esté bien caliente, luego añade la carne molida y rómpela con una cuchara de madera mientras se dora, unos 5-7 minutos. Escurre un poco de grasa si ves una charca, pero no toda—la necesitas.
- Sofríe las verduras:
- En la misma olla con la grasa de la carne, agrega la cebolla, el pimiento y el ajo; cocina durante 3-4 minutos hasta que suavice y la cebolla sea translúcida. El aroma que sale debe hacerte sonreír.
- Florecen las especias:
- Espolvorea el polvo de chili, comino, pimentón y orégano directamente sobre lo que hay en la olla, revuelve constantemente durante 1 minuto; debe oler intenso e invitante, no quemado.
- Construye el plato:
- Vierte los frijoles, tomates, salsa y caldo; raspa el fondo de la olla con tu cuchara para soltar los trocitos dorados pegados—eso es sabor puro. Incorpora la pasta seca directamente en el líquido.
- Cuece suavemente:
- Lleva a ebullición, luego baja el fuego a medio-bajo, tapa la olla y deja que burbujee tranquilamente durante 12-15 minutos, revolviendo ocasionalmente para que la pasta no se pegue. La pasta debe estar tierna pero con un ligero punto, no blanda.
- Termina con queso:
- Retira del fuego, destapa, y revuelve el queso rallado hasta que se disuelva en una salsa suave y cremosa. Si la consistencia parece demasiado espesa, añade un poco más de caldo caliente.
Guardar Un amigo dijo una vez que este plato probaba como si lo hubiera hecho mi abuela, aunque mi abuela nunca lo preparó; simplemente se siente de esa manera, acogedor y sin pretensiones. Eso fue suficiente para mí.
Cuando Hacer Este Plato
Perfecto para las noches entre semana cuando quieres algo sustancial sin la sensación de haber pasado horas en la cocina. También es el tipo de comida que alimenta a una multitud sin hacer que te sientas como un anfitrión estresado—todo está en un único recipiente, caliente y listo, y la gente puede servirse a sí misma.
Ajustes Según Tu Gusto
Si quieres más calor, añade cayena o un jalapeño picado junto con las otras verduras; si prefieres algo más ligero, cambia la carne molida por pavo o migas a base de plantas. Para un giro vegetariano, simplemente omite la carne y agrega otra lata de frijoles y un poco más de caldo. Cada versión funciona porque las especias y el caldo son el verdadero corazón del plato.
Presentación Y Acompañamientos
Sirve directamente de la olla si quieres, o en cuencos si eres elegante. Un poco de crema agria encima suaviza el calor de las especias, y cebollino fresco o cilantro picado añade una nota de frescura que hace que cada cucharada sea interesante.
- El cebollino verde añadido justo antes de servir crea un contraste de temperatura y textura que lo mantiene emocionante.
- Puedes hacer esto completamente con anticipación y recalentarlo; de hecho, el sabor es mejor al día siguiente cuando todo ha tenido tiempo de conocerse.
- Una pizca extra de queso nunca duele si estás siendo honesto contigo mismo en la cocina.
Guardar Este es el tipo de plato que deberías tener en tu repertorio porque funciona cada vez, se adapta a lo que tienes y recompensa la cocina relajada. Haz esto y las personas volverán.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Se puede usar otra pasta en lugar de macarrones?
Sí, se pueden usar pastas cortas similares como penne o fusilli, ajustando el tiempo de cocción según el tipo.
- → ¿Qué opciones hay para hacerlo más picante?
Incorpora cayena o jalapeños picados junto con las verduras para intensificar el picor.
- → ¿Es posible una versión vegetariana?
Claro, sustituye la carne por proteína vegetal o simplemente omítela para una opción más ligera.
- → ¿Cómo conseguir la textura cremosa del plato?
El queso cheddar fundido y el tiempo de cocción adecuado garantizan una textura suave y cremosa.
- → ¿Cuál es el mejor caldo para esta preparación?
Se recomienda caldo de res o de vegetales para aportar sabor sin opacar las especias.