
Este aperitivo tradicional español combina el sabor robusto del queso Manchego con la dulzura del membrillo y la textura crujiente de los frutos secos, creando una tapa elegante que impresiona sin esfuerzo.
La primera vez que probé esta combinación fue en un pequeño bar de tapas en Madrid. Desde entonces, se ha convertido en mi opción favorita cuando recibo invitados en casa. La simplicidad de estos sabores juntos es verdaderamente mágica.
Ingredientes
- Queso Manchego curado 150 g: el protagonista con su sabor a nuez distintivo, elije uno con al menos 6 meses de curación para mejor sabor
- Dulce de membrillo 100 g: aporta un contrapunto dulce perfecto, busca uno de color rojizo intenso para mejor calidad
- Almendras Marcona o nueces tostadas 1/4 taza: añaden textura crujiente, las Marcona son tradicionales pero las nueces funcionan maravillosamente
- Ramitas de romero o tomillo frescas: opcional para decorar y añadir aroma
- Miel: opcional añade un toque extra de dulzura
- Pimienta negra recién molida: opcional aporta un ligero toque picante
Instrucciones Paso a Paso
- Preparación de ingredientes:
- Corta el queso Manchego en triángulos finos o cuadrados de aproximadamente 2.5 cm. El grosor debe ser uniforme, aproximadamente 0.5 cm para que cada bocado tenga la proporción perfecta con el membrillo.
- Corte del membrillo:
- Corta el membrillo en trozos que coincidan con el tamaño del queso. El membrillo es bastante pegajoso, así que un cuchillo humedecido facilita el corte limpio. Si está muy duro, déjalo a temperatura ambiente por 30 minutos.
- Montaje:
- Coloca un trozo de membrillo sobre cada pieza de queso Manchego. Asegúrate de centrar bien el membrillo sobre el queso para crear una presentación equilibrada. Termina cada bocado con una almendra Marcona o mitad de nuez.
- Decoración opcional:
- Si deseas elevar la presentación, añade una pequeña ramita de romero o tomillo fresco a cada pieza. Para un toque extra de dulzura, rocía ligeramente con miel de buena calidad. Una molienda de pimienta negra fresca puede añadir profundidad.
- Presentación:
- Acomoda las piezas en una tabla de madera o plato de cerámica para servir. Puedes disponerlas en círculo o de forma casual pero cuidada. Si preparas con anticipación, cubre con papel film y refrigera, pero sirve a temperatura ambiente.

Esta tapa me recuerda a mis veranos en España con mi abuela. Ella siempre tenía un trozo de Manchego y membrillo listo para compartir mientras me contaba historias de su juventud. El aroma del queso curado siempre me transporta a su cocina llena de sol.
Consejos de Conservación
El queso Manchego debe conservarse envuelto en papel pergamino o papel especial para quesos, nunca en plástico hermético que puede alterar su sabor. Una vez cortado, consume el queso dentro de 5-7 días para disfrutar su máxima frescura. El membrillo puede conservarse refrigerado hasta 2 semanas o congelarse en porciones pequeñas para uso futuro.
Sustituciones de Ingredientes
Si no encuentras queso Manchego, puedes sustituirlo por un Gouda curado o Pecorino Romano, aunque el sabor variará ligeramente. El dulce de membrillo puede reemplazarse por mermelada de higos o incluso por dátiles suavizados. En lugar de almendras Marcona, cualquier fruto seco tostado funcionará bien, especialmente avellanas o pistachos que aportan un color contrastante hermoso.
Sugerencias de Maridaje
Esta tapa clásica se complementa maravillosamente con vinos españoles como un jerez fino seco, un cava brut nature, o un Rioja crianza. Si prefieres opciones sin alcohol, un té negro ligeramente endulzado o un agua con gas con rodaja de naranja funcionan excepcionalmente bien. Sirve junto a otras tapas como aceitunas marinadas, jamón serrano o pan con tomate para una experiencia española completa.

Contexto Cultural
El matrimonio entre queso Manchego y membrillo es tan fundamental en la gastronomía española que existe un dicho popular: "queso y membrillo, postre sencillo". Originario de La Mancha, región famosa por sus ovejas manchegas que producen la leche para este queso icónico, esta combinación representa perfectamente la filosofía culinaria española: ingredientes de calidad, mínimamente manipulados, que brillan por sí mismos. Históricamente, el membrillo ha sido valorado no solo por su sabor sino por sus propiedades digestivas que complementan perfectamente a los quesos curados.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué puedo usar si no encuentro queso Manchego?
Si no encuentras queso Manchego, puedes sustituirlo por Gouda curado, que ofrece un perfil de sabor similar aunque menos intenso. Otras alternativas incluyen Pecorino Romano o Parmigiano Reggiano, aunque estos tienen un sabor más fuerte y salado.
- → ¿Dónde puedo encontrar membrillo?
El membrillo o pasta de membrillo se puede encontrar en tiendas gourmet, secciones de productos internacionales en supermercados, tiendas de productos españoles o mediterráneos, y online. También se conoce como 'dulce de membrillo' o 'carne de membrillo'.
- → ¿Cuánto tiempo se puede conservar una vez preparado?
Una vez montados, es mejor consumirlos el mismo día para disfrutar de la mejor textura. Sin embargo, puedes preparar todos los componentes con antelación y ensamblarlos justo antes de servir. El queso cortado puede conservarse refrigerado hasta 3-4 días.
- → ¿Se puede hacer esta tapa por adelantado para una fiesta?
Sí, puedes cortar el queso y el membrillo unas horas antes y mantenerlos refrigerados. Para mayor frescura, ensámblalos justo antes de servir. Si los preparas completamente con antelación, cúbrelos con film transparente para evitar que el queso se seque.
- → ¿Qué otros ingredientes combinan bien con esta tapa?
Esta tapa se complementa maravillosamente con jamón serrano, aceitunas marinadas, pimientos del piquillo asados o pan crujiente. También puedes añadir higos frescos cuando estén en temporada o uvas para un contraste adicional de sabor y textura.