
Este cordero lechal asado con romero y tomillo es una delicia aromática perfecta para celebraciones especiales o para elevar una cena dominical a algo verdaderamente memorable. La carne tierna se impregna con hierbas frescas creando un plato digno de ocasiones importantes.
La primera vez que preparé este cordero fue para el cumpleaños de mi padre quien había disfrutado un plato similar durante un viaje por el Mediterráneo. Su sonrisa al probarlo me confirmó que había logrado traer ese recuerdo a nuestra mesa familiar.
Ingredientes
- Un cuarto trasero o paletilla de cordero lechal con hueso: aproximadamente 1.8 a 2.3 kg
- Tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra: para lograr un exterior dorado y crujiente
- Dos cucharaditas de sal marina: que realza los sabores naturales del cordero
- Una cucharadita de pimienta negra recién molida: para añadir un toque picante
- Dos cucharadas de romero fresco finamente picado: que aporta un aroma boscoso inconfundible
- Una cucharada de hojas de tomillo fresco: que ofrece notas cítricas sutiles
- Cuatro dientes de ajo picados: que se suavizan durante el horneado
- Zumo de un limón entero: para equilibrar la riqueza de la carne
- Ralladura de medio limón: que intensifica el aroma cítrico
- Para la base opcional: dos cebollas en rodajas gruesas que se caramelizarán con el calor
- Dos zanahorias troceadas: que aportarán dulzor al fondo de cocción
- Una cabeza de ajo cortada por la mitad: que se volverá dulce y suave
- Una taza de vino blanco seco o caldo de cordero: para crear una base de sabor profundo
Instrucciones Paso a Paso
- Preparación del horno:
- Precalienta el horno a 175°C para asegurar una cocción uniforme. Esto permite que el cordero se cocine lentamente desarrollando todos sus sabores sin secarse.
- Preparación de la marinada:
- En un cuenco pequeño mezcla bien el aceite de oliva, la sal, la pimienta, el romero picado, las hojas de tomillo, el ajo picado, el zumo de limón y la ralladura hasta formar una pasta aromática. Asegúrate de que todos los ingredientes estén perfectamente integrados para que los sabores se distribuyan uniformemente.
- Preparación de la carne:
- Seca la pieza de cordero con papel de cocina para eliminar la humedad superficial lo que ayudará a que la marinada se adhiera mejor. Frota generosamente toda la superficie del cordero con la mezcla de hierbas y aceite presionando ligeramente para que penetre en todos los recovecos. Si dispones de tiempo déjalo reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos para que los sabores comiencen a penetrar en la carne.
- Montaje de la bandeja:
- Distribuye las verduras opcionales en el fondo de una bandeja de horno para crear una cama aromática. Coloca el cordero marinado encima de las verduras permitiendo que se eleve ligeramente lo que favorecerá una cocción más uniforme.
- Adición de líquido:
- Vierte el vino blanco o el caldo alrededor de las verduras evitando mojar directamente el cordero para mantener intacta la capa de marinada. Este líquido creará vapor durante la cocción y evitará que las verduras se quemen.
- Proceso de horneado:
- Introduce la bandeja en el horno precalentado y hornea sin cubrir durante aproximadamente 1 hora y 45 minutos. Cada 30 minutos aproximadamente rocía el cordero con los jugos de la bandeja para mantenerlo jugoso. Si observas que la superficie se dora demasiado rápido cúbrela ligeramente con papel de aluminio.
- Reposo y servicio:
- Retira el cordero del horno y déjalo reposar durante 15 a 20 minutos cubierto ligeramente con papel de aluminio. Este paso es crucial pues permite que los jugos se redistribuyan por toda la pieza. Después córtalo en porciones y sírvelo con las verduras asadas y el jugo de la bandeja.

Mi ingrediente favorito en esta receta es sin duda el romero fresco. Recuerdo cómo mi abuela siempre insistía en usar romero recién cortado del jardín para cualquier asado de cordero. Decía que era el secreto para que la casa se llenara de ese aroma característico que anunciaba una comida especial.
Consejos para la Selección del Cordero
El cordero lechal ideal debe tener un color rosado claro y la grasa debe ser blanca y firme. La mejor edad para el cordero lechal es entre 4 y 6 semanas lo que garantiza una carne extremadamente tierna y con un sabor suave sin el característico sabor fuerte que puede tener el cordero más maduro. Si es posible compra el cordero de granjas locales donde puedas confirmar que ha sido alimentado con leche materna lo que influye directamente en su delicado sabor.
Variaciones Regionales
En distintas regiones mediterráneas esta receta adopta características propias. En España suelen añadir pimentón dulce a la marinada mientras que en Grecia es común incluir orégano y limón con más protagonismo. En el sur de Francia incorporan hierbas provenzales como la lavanda y el hinojo. Estas variaciones demuestran la versatilidad del cordero lechal que acepta perfectamente diferentes perfiles aromáticos manteniendo siempre su carácter festivo y elegante.

Acompañamientos Ideales
Para complementar perfectamente este cordero lechal considera servir patatas nuevas asadas con la piel en la misma bandeja durante los últimos 45 minutos de cocción. Una ensalada verde aligerada con vinagreta de limón aportará frescura y equilibrará la riqueza de la carne. Para una presentación más elaborada prepara una salsa de menta casera mezclando hojas frescas de menta picadas con un poco de vinagre de manzana miel y un chorrito del jugo de cocción del cordero reducido ligeramente.
Trucos para la Temperatura Perfecta
La temperatura ideal para servir el cordero lechal es cuando alcanza los 63°C para un punto rosado o 68°C para un punto más hecho. Utiliza siempre un termómetro de cocina insertándolo en la parte más gruesa sin tocar el hueso para obtener una lectura precisa. Recuerda que durante el tiempo de reposo la temperatura interna seguirá aumentando aproximadamente 5 grados por lo que debes sacar el cordero del horno unos grados antes de la temperatura final deseada.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar el cordero lechal con anticipación?
Sí, para obtener un sabor más intenso, puedes marinar el cordero durante toda la noche en la mezcla de hierbas y aceite. Guárdalo cubierto en el refrigerador y sácalo 30 minutos antes de cocinar para que alcance temperatura ambiente.
- → ¿Qué cortes de cordero lechal son mejores para esta preparación?
La pierna o el hombro son ideales porque contienen suficiente grasa para mantener la carne jugosa durante la cocción lenta. El hueso también aporta sabor adicional durante el asado.
- → ¿Cómo sé cuándo el cordero está listo?
Para un término medio, la temperatura interna debe alcanzar aproximadamente 65°C. Un termómetro de carne es la herramienta más precisa, pero también puedes verificar que los jugos salgan claros y que la carne se separe fácilmente del hueso.
- → ¿Qué vino recomendarías para acompañar este plato?
Un vino tinto de cuerpo medio como un Rioja Reserva o un Ribera del Duero complementa perfectamente los sabores herbáceos del cordero. Para quienes prefieren vino blanco, un Albariño o un Verdejo estructurado también funcionan bien.
- → ¿Puedo sustituir el cordero lechal por otro tipo de carne?
Aunque el cordero lechal tiene un sabor y terneza únicos, puedes usar cordero adulto ajustando el tiempo de cocción (necesitará más tiempo). También funciona con cabrito, que tiene un perfil de sabor similar.
- → ¿Cómo puedo aprovechar las sobras?
Las sobras de cordero son excelentes en sándwiches con mayonesa de hierbas, desmenuzadas en ensaladas, incorporadas a pastas o utilizadas como base para un guiso o sopa al día siguiente.