Guardar La primera vez que hice esta pizza fue un viernes por la noche cuando no tenía ganas de elegir entre tacos o pizza. Así que decidí combinar ambos. El resultado fue tan sorprendente que mi familia dejó de discutir sobre qué cenar y simplemente devolvió cada porción en silencio. Desde entonces, esta receta se convirtió en nuestra solución favorita para las noches en las que queremos algo atrevido y delicioso sin complicaciones.
Recuerdo haber servido esta pizza en una reunión casual con amigos. Nadie esperaba que trajera algo tan poco convencional, pero cuando vieron la carne sazonada burbujeando bajo el queso derretido y olieron el aroma a comino y ajo, todos se acercaron a la mesa. Las rebanadas desaparecieron en minutos. Uno de mis amigos incluso me pidió la receta esa misma noche, algo que rara vez hace.
Ingredientes
- Masa de pizza preparada grande (aproximadamente 12 pulgadas): Usar una masa precocida o fresca facilita todo, y su base crujiente soporta bien los ingredientes jugosos.
- 1 cucharada de aceite de oliva: Pincelar la masa antes de hornear evita que se seque y le da un toque dorado perfecto.
- 450 g de carne molida de res: Es la estrella proteica, sazonada con especias que recuerdan a los tacos tradicionales.
- 1 cebolla pequeña, finamente picada: Aporta dulzura natural y profundidad al relleno de carne.
- 2 dientes de ajo, picados: El ajo fresco es esencial para ese sabor auténtico y reconfortante.
- 2 cucharadas de condimento para tacos: Concentra todo el sabor Tex-Mex en un solo paso, ahorra tiempo y funciona de maravilla.
- 1/3 taza de agua: Ayuda a que el condimento se integre y espese sin quemar la carne.
- Sal y pimienta, al gusto: Ajusta el sabor final según tu paladar, yo siempre pruebo antes de servir.
- 1 1/2 tazas de queso cheddar rallado: El cheddar aporta ese sabor intenso y color anaranjado vibrante que me encanta.
- 1 taza de queso mozzarella rallado: La mozzarella se derrite suave y estira deliciosamente al cortar cada porción.
- 1/3 taza de jalapeños en rodajas encurtidos: Dan el toque picante y ácido que equilibra la riqueza del queso y la carne.
- 1/2 taza de tomates frescos picados (opcional): Añaden frescura y jugosidad al final, aunque no son obligatorios.
- 1/4 taza de aceitunas negras en rodajas (opcional): Un toque salado extra que me gusta incluir cuando tengo a mano.
- 1/4 taza de cebolletas picadas (opcional): Para decorar y dar un toque de color verde vibrante al servir.
- 1/2 taza de crema ácida: La base cremosa del rocío final que enfría cada bocado picante.
- 1 cucharada de leche o agua: Diluye la crema para que fluya suavemente y se pueda rociar fácil.
- 1 cucharadita de jugo de lima: Un toque cítrico que realza todos los sabores y da frescura instantánea.
Instrucciones
- Prepara la base:
- Precalienta el horno a 220°C (425°F). Coloca la masa de pizza sobre una bandeja para hornear o piedra para pizza y pincela ligeramente con aceite de oliva para sellar y dorar la superficie.
- Cocina la carne:
- En una sartén a fuego medio, cocina la carne molida, desmenuzándola con una cuchara, hasta que esté dorada. Si hay exceso de grasa, escúrrela con cuidado.
- Sofríe los aromáticos:
- Añade la cebolla picada y el ajo a la sartén con la carne. Sofríe durante unos 2 minutos, hasta que se ablanden y desprendan su aroma.
- Sazona y espesa:
- Incorpora el condimento para tacos y el agua, revuelve bien. Cocina a fuego lento hasta que la mezcla espese, unos 3 a 4 minutos, luego ajusta con sal y pimienta.
- Arma la pizza:
- Extiende la carne sazonada de manera uniforme sobre la masa preparada. Cubre con los quesos cheddar y mozzarella rallados, luego añade las rodajas de jalapeño y los ingredientes opcionales que desees.
- Hornea hasta el punto perfecto:
- Hornea durante 12 a 15 minutos, o hasta que el queso esté completamente derretido, burbujeante y la masa luzca dorada y crujiente en los bordes.
- Prepara el rocío de crema:
- Mientras la pizza se hornea, mezcla la crema ácida, leche (o agua) y jugo de lima hasta obtener una consistencia suave. Transfiere a una botella exprimible o bolsa con cierre y corta una esquina.
- Enfría y decora:
- Saca la pizza del horno y deja reposar 2 a 3 minutos. Luego rocía generosamente con la mezcla de crema ácida en zigzag sobre la superficie caliente.
- Corta y sirve:
- Corta en porciones generosas y sirve de inmediato mientras aún está tibia y el queso sigue fundido.
Guardar Hubo una noche en que hice esta pizza después de un día difícil. El olor de la carne con comino llenó la cocina y me hizo sentir en casa de inmediato. Cuando le di el primer bocado, el contraste entre el queso caliente, la carne especiada y la crema fría me recordó por qué cocinar puede ser terapéutico. Esa noche, la comida no solo alimentó mi cuerpo, también levantó mi ánimo.
Variaciones y Sustituciones
Si buscas una opción más ligera, sustituye la carne molida de res por pavo molido o carne vegetal desmenuzable. Ambos absorben bien el condimento para tacos y reducen la grasa total. También puedes usar queso bajo en grasa o una mezcla de queso pepper jack para añadir más picante. Si no tienes masa preparada, una tortilla de harina grande también funciona como base rápida y crujiente.
Cómo Almacenar y Recalentar
Guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 3 días. Para recalentar, coloca las porciones en una sartén a fuego medio bajo con tapa durante unos minutos, esto mantiene la base crujiente y el queso fundido sin resecar. Evita el microondas si quieres conservar la textura original. No recomiendo congelar esta pizza, ya que la crema ácida y los vegetales frescos no toleran bien la descongelación.
Maridaje y Acompañamientos
Esta pizza combina perfectamente con una cerveza lager bien fría o una margarita clásica con sal en el borde. Si prefieres algo sin alcohol, prueba una limonada con menta o agua de jamaica helada. Como acompañamiento, sirve palitos de zanahoria y apio con ranch, o una ensalada verde sencilla con vinagreta de lima para equilibrar la riqueza del plato.
- Decora con cilantro fresco picado justo antes de servir para un toque herbal vibrante.
- Acompaña con rodajas de aguacate o guacamole casero al lado del plato.
- Sirve salsa roja o verde en un bol pequeño para que cada quien agregue a su gusto.
Guardar Cada vez que hago esta pizza, me sorprende lo rápido que desaparece del plato. Es una de esas recetas que siempre reciben elogios y que nunca falla en alegrar la mesa.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Qué tipo de carne es ideal para preparar esta pizza?
La carne picada de res es la mejor opción para conseguir ese sabor pronunciado y textura adecuada.
- → ¿Cómo darle un toque picante extra a esta preparación?
Agrega jalapeños adicionales o una pizca de cayena al cocinar la carne para intensificar el picante.
- → ¿Qué quesos se usan para cubrir esta pizza?
Se emplean cheddar y mozzarella rallados para obtener una cobertura fundente y sabrosa.
- → ¿Se puede sustituir la carne de res por otra opción?
Sí, el pavo molido o alternativas vegetales son buenas para una versión más ligera.
- → ¿Cómo preparar la salsa cremosa que complementa la pizza?
Mezcla crema ácida con un poco de leche y jugo de lima hasta lograr una textura suave para rociar sobre la pizza.