
Esta sopa de pollo y arroz con azafrán es uno de mis reconfortantes favoritos para los días fríos, ofreciendo un caldo dorado que nutre cuerpo y alma con cada cucharada.
Preparé esta sopa por primera vez cuando mi hija estaba recuperándose de un resfriado invernal. El aroma del azafrán llenó toda la casa y desde entonces se ha convertido en nuestra medicina casera favorita para cualquier malestar.
Ingredientes
- Pollo: 300 g muslos o pechugas sin piel. El pollo con hueso aportará más sabor al caldo lo recomiendo especialmente en esta receta
- Aceite de oliva: 1 cucharada. Utiliza aceite de buena calidad para realzar los sabores mediterráneos
- Cebolla: pequeña finamente picada. La base aromática que da profundidad al caldo
- Dientes de ajo: 2 picados. No los quemes para evitar sabores amargos
- Zanahoria: picada en dados pequeños. Aporta dulzor natural y color al caldo
- Tallo de apio: picado. Proporciona un sabor herbáceo que complementa perfectamente al pollo
- Arroz de grano largo: 100 g. Enjuagado para eliminar exceso de almidón
- Caldo de pollo bajo en sodio: 1 litro. Base fundamental para nuestra sopa
- Agua: 250 ml para ajustar la consistencia según preferencia
- Jugo de medio limón: El toque ácido que equilibra todos los sabores
- Azafrán: una pizca remojada en agua caliente. El ingrediente estrella que aporta color y aroma único
- Hoja de laurel: Infusiona sutilmente el caldo con su aroma
- Sal y pimienta: al gusto siempre ajusta al final
- Perejil o eneldo: picado para decorar. Aporta frescura y color al servir
Instrucciones Paso a Paso
- Preparar la base aromática:
- Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Añade la cebolla, ajo, zanahoria y apio, cocinando durante 5-6 minutos hasta que estén suaves pero no dorados. Este sofrito será la base de sabor para toda la sopa, así que tómate tu tiempo.
- Cocinar el caldo:
- Incorpora el pollo, caldo, agua, hoja de laurel y la infusión de azafrán. Lleva a ebullición suave y luego reduce a fuego lento. En este momento el azafrán comenzará a liberar su color y aroma característicos. Deja que el pollo se cocine lentamente para que suelte todos sus sabores.
- Añadir el arroz:
- Después de 15 minutos de cocción, agrega el arroz y continúa cocinando a fuego lento otros 15 minutos hasta que el arroz esté tierno y el pollo completamente cocinado. El arroz absorberá los sabores del caldo mientras se cocina, enriqueciéndose con cada minuto.
- Terminar la sopa:
- Retira el pollo, desmenúzalo con dos tenedores en hebras medianas y devuélvelo a la olla. Descarta la hoja de laurel. Este paso garantiza que cada cucharada tenga trozos perfectos de pollo tierno.
- Ajustar sabores:
- Incorpora el jugo de limón, ajusta la sazón con sal y pimienta, y cocina 2 minutos más. El toque ácido del limón despertará todos los sabores y equilibrará la riqueza del caldo.
- Servir:
- Sirve caliente, decorada con perejil o eneldo picado. El contraste del verde brillante sobre el dorado de la sopa no solo es visual sino también aromático.

Debes Saber
El azafrán es sin duda el alma de esta receta. La primera vez que utilicé hebras auténticas en lugar del azafrán en polvo, la diferencia fue asombrosa. Mi abuela siempre decía que el azafrán debe tratarse como oro en la cocina pequeñas cantidades pueden transformar completamente un plato.
Conservación y Almacenamiento
Esta sopa se conserva perfectamente en el refrigerador hasta por 3 días en un recipiente hermético. El arroz seguirá absorbiendo líquido, así que cuando la recalientes, es posible que necesites añadir un poco más de caldo o agua. Para congelar, recomiendo hacerlo sin el arroz y añadirlo fresco al recalentar para mejor textura. Puedes congelar porciones individuales hasta por 3 meses.
Sustituciones Posibles
Si no tienes azafrán a mano, puedes usar una pizca de cúrcuma para obtener un color dorado similar, aunque el sabor será diferente. El arroz puede sustituirse por fideos finos o quinoa para variaciones interesantes. Para una versión vegetariana, reemplaza el pollo por garbanzos y usa caldo de verduras. La versatilidad de esta receta permite adaptarla según lo que tengas disponible en tu despensa.
Origen e Historia
Esta sopa tiene raíces en la cocina mediterránea, especialmente en la tradición española donde el azafrán es un ingrediente preciado. Históricamente, platos similares eran preparados para fortalecer a enfermos y mujeres después del parto debido a sus propiedades nutritivas y fácil digestión. En muchas culturas mediterráneas, las sopas de pollo con azafrán son consideradas remedios caseros para resfriados y malestares generales, combinando nutrición y confort en cada cucharada.
Consejos Pro

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar esta sopa con antelación?
Sí, esta sopa se puede preparar con 1-2 días de antelación. El sabor incluso mejora con el tiempo. Guárdala en el refrigerador y recaliéntala a fuego lento. Ten en cuenta que el arroz puede absorber más líquido, así que podrías necesitar añadir un poco más de caldo al recalentar.
- → ¿Puedo usar pollo ya cocinado?
Absolutamente. Puedes usar pollo asado sobrante o rotisserie. Simplemente incorpóralo más tarde en la cocción, solo para calentarlo. Sin embargo, para obtener el máximo sabor, cocinar el pollo en el caldo desde el principio infunde más sabor al conjunto.
- → ¿Qué puedo usar si no tengo azafrán?
Si no dispones de azafrán, puedes sustituirlo por una pizca de cúrcuma para obtener un color dorado similar, aunque el sabor será diferente. Otra alternativa es usar un poco de pimentón dulce, que aportará un tono rojizo y un sabor distinto pero complementario.
- → ¿Se puede congelar esta sopa?
Sí, esta sopa se congela muy bien. Déjala enfriar completamente antes de transferirla a recipientes aptos para congelador. Puede conservarse congelada hasta 3 meses. Descongela en el refrigerador durante la noche y recalienta suavemente en la estufa.
- → ¿Puedo hacer esta sopa más espesa?
Para una versión más espesa, puedes usar arroz de grano corto que libera más almidón. Otra opción es añadir una cucharada de harina al sofrito inicial, o mezclar 1-2 cucharadas de fécula de maíz con agua fría e incorporarla hacia el final de la cocción.
- → ¿Qué hierbas frescas combinan mejor con esta sopa?
Además del perejil o eneldo sugeridos, esta sopa también combina maravillosamente con cilantro fresco, tomillo o incluso un poco de menta. El cilantro le dará un toque más oriental, mientras que el tomillo reforzará su perfil mediterráneo.