Guardar Hace poco, me encontré preparando pizza para amigos que llegaban sin avisar, y lo único que tenía en la nevera era carne molida, queso y algunas especias. Decidí arriesgarme y mezclar esos sabores picantes con la masa casera que había preparado esa mañana. El aroma de la carne con paprika ahumada y chiles mientras se horneaba fue tan irresistible que mis vecinos literalmente golpearon la puerta. Esa noche nació esta pizza, y desde entonces se ha convertido en mi as bajo la manga para cuando quiero impresionar a alguien con algo simple pero espectacular.
Recuerdo el primer sábado que la hice para mi familia, mi mamá probó un pedazo y simplemente cerró los ojos. Me preguntó qué le había puesto porque decía que era como comer fuego y comodidad al mismo tiempo, y creo que lo expresó mejor de lo que yo jamás podría hacerlo.
Ingredientes
- Harina de pan: 250 g, la base que le da estructura y ese crocante que necesitas, así que no la escatimes.
- Levadura instantánea: 1 cucharadita, fundamental para que la masa suba perfectamente en una hora.
- Azúcar: 1 cucharadita, alimenta la levadura y ayuda a la fermentación.
- Sal: 1 cucharadita, realza todos los sabores sin exagerar.
- Agua tibia: 160 ml, la temperatura es clave para activar bien la levadura.
- Aceite de oliva: 1 cucharada para la masa más 1 para saltear, añade riqueza y humedad.
- Carne molida de res: 250 g, elige una con un poco de grasa porque es lo que le da ese sabor profundo.
- Cebolla pequeña: finamente picada, se desvanece en la cocción pero deja un sabor dulce de fondo.
- Dientes de ajo: 2, minced, porque dos no es exageración en esto.
- Pasta de tomate: 1 cucharada, concentra sabor y acidez necesaria.
- Paprika ahumada: 1 cucharadita, es lo que le da ese toque de ahumado irresistible.
- Polvo de chile: 1 cucharadita, el corazón picante de esta pizza.
- Comino molido: 1/2 cucharadita, añade una profundidad terrosa sutil.
- Copos de chile rojo: 1/2 cucharadita o al gusto, el fuego que controlas tú.
- Queso mozzarella rallado: 200 g, debe ser bueno porque es lo que ves en cada bocado.
- Queso cheddar rallado: 50 g, la punta de queso punzante que hace la diferencia.
- Jalapeños encurtidos: 2 cucharadas, opcionales pero recomendados para ese toque ácido.
- Miel picante: 2 cucharadas, el drizzle final que cambió todo para mí.
- Cilantro o perejil fresco: para decorar, da ese toque verde que pide la vista.
Instrucciones
- Mezcla la base de la masa:
- En un tazón grande, combina la harina, levadura, azúcar y sal. Vierte el agua tibia y aceite, y mezcla hasta que se forme una masa áspera y pegajosa.
- Amasa como si liberaras frustración:
- Trabaja la masa en una superficie enharinada durante 8 a 10 minutos hasta que esté suave y elástica, lo que significa que rebota un poco cuando la presionas. Colócala en un tazón engrasado, cúbrela y déjala reposar en un lugar cálido durante una hora o hasta que se duplique.
- Prepara la carne mientras esperas:
- Calienta aceite en una sartén a fuego medio-alto y saltea la cebolla hasta que esté translúcida, unos 3 minutos. Agrega el ajo y cocina durante 1 minuto más.
- Dora la carne y desmorónala:
- Añade la carne molida, rompiéndola constantemente con una cuchara de madera hasta que esté completamente dorada, unos 5 minutos. Aquí es donde la casa comienza a oler a gloria.
- Construye el sabor en capas:
- Incorpora la pasta de tomate, paprika ahumada, polvo de chile, comino y copos de chile rojo. Cocina durante 2 a 3 minutos hasta que todo esté fragante y bien combinado. Sazona con sal y pimienta, luego retira del fuego.
- Prepara tu horno:
- Caliéntalo a 250°C o a su temperatura máxima, idealmente con una piedra para pizza adentro si la tienes.
- Estira la masa con confianza:
- Golpea suavemente la masa para quitarle el aire, luego estírala o enrolla en un círculo de 30 cm sobre papel pergamino o una pala de pizza enharinada.
- Capas de sabor de abajo hacia arriba:
- Extiende la carne picante uniformemente sobre la masa, dejando un borde de unos 2 cm. Espolvorea ambos quesos encima, luego dispersa los jalapeños si los estás usando.
- Hornea hasta la perfección:
- Introduce en el horno durante 10 a 12 minutos hasta que la corteza esté dorada y el queso burbujee en los bordes. Sabrás que está lista cuando huele a que podrías comerla de inmediato.
- El toque final crucial:
- Retira del horno y drizzle inmediatamente con la miel picante mientras aún está caliente, luego espolvorea con cilantro o perejil fresco si lo deseas. Deja que se enfríe apenas un minuto antes de cortar y servir.
Guardar Hace unos meses, la hice para una cita, y verlo probar ese primer bocado mientras sus ojos se abrían por la combinación de fuego y dulzura fue un momento que no olvidaré. Desde entonces, sé que esta pizza tiene magia de verdad.
El Arte de la Miel Picante Casera
No siempre tengo miel picante comprada a mano, así que aprendí a hacerla en cuestión de minutos. Calienta suavemente 2 cucharadas de miel con 1/2 cucharadita de copos de chile rojo en una pequeña sartén hasta que esté fragante, unos 2 minutos. Si quieres que sea menos picante, retira algunos copos o úsalos enteros para que se puedan sacar fácilmente. El secreto es no dejar que hierva, solo que se calienten y el sabor se transfiera a la miel.
Personalizando Tu Pizza Perfecta
Una de las cosas que más me gusta de esta receta es que es un lienzo en blanco para lo que tengas a mano. He añadido cebollas rojas crujientes, pimientos rojos y hasta un poco de salsa ranch en el lado por curiosidad, y todos funcionan porque la carne picante es la estrella que lo mantiene todo coherente. La belleza está en el equilibrio, no en la complejidad.
Opciones para Diferentes Paladares
Si tus amigos no pueden comer carne o prefieren algo más ligero, reemplaza el res molido con pavo molido o un sustituto a base de plantas, manteniendo exactamente los mismos tiempos de cocción y especias. He notado que algunos de mis amigos más puristas de la pizza simplemente vuelven locos por esta versión, y a veces ni se dan cuenta del cambio hasta que se lo menciono. Otra opción es reducir a la mitad los copos de chile si cocinas para gente sensible al picante, comenzando bajo y siempre pudiendo añadir más miel picante al lado para que cada uno controle su propio nivel.
- Prueba con carne de cerdo molida si quieres algo más jugoso, aunque necesitará un minuto más de cocción.
- Los champiñones salteados funcionan sorprendentemente bien como relleno secundario si quieres añadir umami sin perder el enfoque en la carne.
- Nunca escatimes en el tiempo de reposo de la masa, es donde toda la magia del sabor sucede en realidad.
Guardar Esta pizza se convirtió en mi favorita porque cada bocado cuenta una historia de fuego, comodidad y un poco de riesgo en el mejor sentido. Espero que la disfrutes tanto como yo.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Cómo lograr una masa de pizza suave y esponjosa?
Utiliza harina de buena calidad y deja que la masa repose en un lugar cálido hasta que doble su tamaño para desarrollar gluten y aire.
- → ¿Qué especias realzan el sabor de la carne molida?
La combinación de paprika ahumada, chile en polvo, comino y hojuelas de chile aporta un sabor potente y equilibrado.
- → ¿Cuál es la función de la miel picante al final?
Añade un contraste dulce y picante que equilibra los sabores intensos de la carne y el queso, realzando el plato.
- → ¿Es posible usar otra carne en esta preparación?
Sí, la carne de pavo molida o una opción vegetal pueden usarse para variantes más ligeras o vegetarianas.
- → ¿Cómo evitar que la masa quede dura después del horneado?
Asegúrate de no extenderla demasiado fina y hornear a alta temperatura para que se cocine rápido y mantenga suavidad.