
Este pisto andaluz simplificado es el plato perfecto cuando los mercados rebosan de tomates maduros, courgettes, aubergines et poivrons colorés. Inspirado par la tradition espagnole, il propose une manière savoureuse d’utiliser les produits de fin d’été en un seul ragoût végétarien facile qui se glisse aussi bien sur la table du déjeuner que du dîner. Chez moi, je le prépare avec de l’huile d’olive fruitée, de l’ail frais et un bon pain pour saucer jusqu’à la dernière goutte.
Descubrí este plato durante un verano caluroso en Andalucía cuando buscábamos una receta sencilla y que aprovechara todos los vegetales frescos del huerto. Desde entonces es mi comodín para comidas con amigos y cenas rápidas en familia porque todos disfrutan su sabor.
Ingredientes
- Tomates maduros: aportan jugosidad y acidez busca los bien rojos y firmes
- Calabacines: agregan textura suave elige los que sean pequeños y de piel brillante
- Berenjenas: absorben los sabores asegúrate de que estén firmes sin manchas
- Pimientos verdes o rojos: llenan el guiso de aroma prefiere los de piel lisa y gruesa
- Cebollas: base aromática indispensable cuanto más dulces mejor
- Ajos: potencian el sabor usa dientes frescos y firmes
- Aceite de oliva virgen extra: realza el conjunto elige uno de sabor afrutado para auténtica esencia mediterránea
Instrucciones paso a paso
- Preparar los vegetales:
- Lava cuidadosamente todas las verduras. Pela los tomates si prefieres un resultado más sedoso les quitas la piel cortando una cruz y pasándolos un minuto por agua hirviendo. Corta los calabacines y las berenjenas en cubos medianos intentando que sean de tamaño similar para una cocción uniforme. Despepita los pimientos y córtalos en tiras gruesas. Pica finamente la cebolla y los ajos.
- Saltear los aromáticos:
- Vierte una buena cantidad de aceite de oliva en una cazuela grande y ponla a fuego medio. Añade la cebolla y deja que se cocine lentamente hasta que esté transparente y muy tierna unos diez minutos removiendo a menudo para que no se queme. Incorpora los ajos picados y sofríe uno o dos minutos hasta que suelte su olor.
- Agregar pimientos y berenjenas:
- Suma al sofrito las tiras de pimiento y los cubos de berenjena. Cocina removiendo de vez en cuando unos quince minutos hasta que se ablanden ligeramente. Si los vegetales parecen secarse añade un poco más de aceite sin miedo será la clave de un sabor auténtico.
- Incorporar calabacines y tomates:
- Pon en la cazuela los calabacines y finalmente los tomates cortados en dados. Da unas vueltas mezclando todo muy bien. Sazona con una pizca generosa de sal y también algo de pimienta negra si gusta.
- Cocinar a fuego lento:
- Baja el fuego a suave cubre la cazuela con una tapa dejando un pequeño hueco y deja que los vegetales suden en su propio jugo al menos treinta minutos o hasta que todo esté muy tierno y los sabores se hayan fundido. Remueve de vez en cuando para evitar que se pegue en el fondo.
- Reposar y servir:
- Cuando el pisto esté listo apaga el fuego y deja reposar unos minutos fuera de la placa. Así se asientan los sabores. Sírvelo bien caliente acompañado de pan crujiente y si quieres con un huevo frito encima.

Debes saber
Me apasiona el aroma que libera la mezcla de cebolla pimiento y ajo apenas empieza a dorarse en el aceite. Me recuerda a las comidas de verano en la terraza con mi abuela que siempre insistía en usar solo aceite de oliva de la primera cosecha. El contraste de los vegetales aún ligeramente firmes con el tomate confitado es sencillamente inolvidable.
Almacenamiento y conservación
El pisto se disfruta tanto fresco como recalentado. Puedes guardarlo en la nevera dos o tres días y los sabores ganan profundidad. Si haces cantidad extra congélalo en porciones individuales para tener listo un plato saludable sin esfuerzo en cualquier momento. Lo ideal es usar recipientes herméticos para evitar que absorba olores del frigorífico.
Sustituciones de ingredientes
Puedes variar la receta según disponibilidad. Si no tienes berenjena prueba añadir más calabacín o incluso unas patatas en cubos pequeños para un resultado más rústico. Para un pisto aún más aromático añade unas hojas de laurel o una pizca de tomillo fresco. Usa tomates en conserva de buena calidad si no es temporada de tomate fresco ajustando el punto de sal y acidez.
Formas de servirlo
El pisto es tan versátil que lo mismo va bien como plato principal vegetariano con un huevo frito como acompañamiento de arroz blanco o pescado asado. Me encanta poner el pisto sobre tostadas de pan rústico con un poco de queso rallado por encima o servirlo en pequeños cuencos a modo de tapa para el aperitivo con amigos.

Contexto cultural y recuerdos
El pisto tiene sus raíces en la cocina campesina del sur de España donde cada familia adapta la mezcla de verduras a lo que da la huerta en verano. Se prepara en grandes cantidades para aprovechar cada tomate y calabacín del huerto y se disfruta tanto frío como caliente. A mí me conectó con la tierra y las estaciones la primera vez que recogí todos los ingredientes directamente del mercado y supe exactamente de dónde venían.
Consejos clave
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué verduras lleva el pisto andaluz?
Lleva principalmente tomate, calabacín, berenjena, pimientos, cebolla y ajo.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
Sí, sabe aún mejor al día siguiente porque los sabores se integran más.
- → ¿Es adecuado para dietas veganas?
Sí, todos sus ingredientes son vegetales y no contiene productos de origen animal.
- → ¿Con qué se puede servir?
Tradicionalmente se acompaña con huevo frito, pan o como guarnición de platos principales.
- → ¿Cómo potenciar su sabor?
Utiliza aceite de oliva extra y verduras frescas de temporada para un sabor más intenso.