
Cuando llega el frío y busco algo reconfortante sin abandonar la inspiración española, preparo este gazpacho templado de calabaza. Es perfecto para quienes aman los sabores especiados y la textura suave digna de una crema, pero con un giro original sobre el gazpacho tradicional. Me resulta tan visualmente atractivo en la mesa que siempre recibe elogios, especialmente en días grises donde el naranja vibrante da alegría.
Esta sopa nació como una manera de aprovechar calabazas olvidadas en mi despensa y desde entonces mis amigos siempre me piden que la prepare en reuniones de invierno, su aroma llena la casa de recuerdos acogedores.
Ingredientes
- Calabaza o calabaza de Castilla: unos 800 gramos cortada en cubos para obtener su dulzura y textura cremosa, asegúrate de elegir piezas firmes y de color intenso
- Cebolla: una pieza troceada para aportar sabor profundo, opta por cebolla amarilla bien densa
- Dientes de ajo: dos, sin pelar, aportan un sabor suave y asado, selecciona los que estén frescos y firmes
- Aceite de oliva virgen extra: unas dos cucharadas para un sabor robusto, usa uno de buena calidad para realzar el plato
- Sal y pimienta: ajusta al gusto para resaltar todos los sabores, usa sal marina gruesa si tienes
- Comino molido: media cucharadita, imprescindible para dar el perfil cálido y especiado, busca comino recién molido si es posible
- Canela molida: cuarto de cucharadita, agrega profundidad y aroma, elige canela de Ceilán si te gusta suave
- Vinagre de Jerez: dos cucharadas para equilibrar la dulzura y añadir chispa, selecciona uno envejecido para mejor sabor
- Crema de almendras: tres cucharadas, puede ser crema de almendras sin endulzar o mantequilla de almendra natural, aporta cremosidad y perfil elegante, busca una sin aditivos ni azúcar
- Aceite de oliva virgen extra adicional para decorar: justo antes de servir, aporta brillo y aroma frescos
- Pimentón ahumado o escamas de chile: estos son opcionales y sirven para dar color y un sutil toque picante, usa pimentón español verdadero para autenticidad
- Láminas de almendra tostada para decorar: aportan textura y sabor, elige almendras laminadas y tuéstalas ligeramente hasta dorar
Instrucciones paso a paso
- Asar las verduras:
- Dispón los cubos de calabaza, la cebolla picada y los dientes de ajo sin pelar en una bandeja para horno, rocía con aceite de oliva y añade sal y pimienta. Lleva al horno precalentado a doscientos grados centígrados durante unos treinta a treinta y cinco minutos. Remueve a mitad de tiempo para asegurar un dorado uniforme. La clave es que la calabaza quede suave y ligeramente caramelizada.
- Preparar la base cremosa:
- Cuando las verduras estén asadas, saca los ajos de la piel exprimiéndolos, su interior será un puré dulce y aromático. Coloca todo en la batidora incluyendo la calabaza, la cebolla y los ajos. Añade el comino, la canela, la crema de almendras y unos quinientos mililitros de agua caliente. Tritura a velocidad máxima hasta que la mezcla sea sedosa y homogénea. Revisa la textura por si deseas agregar un poco más de agua caliente para ajustar el espesor.
- Ajustar el sabor:
- Vierte la sopa en una cacerola y caliéntala suavemente a fuego bajo. No permitas que hierva para no perder delicadeza. Incorpora el vinagre de Jerez, mezcla bien y prueba la sazón. Ajusta con más sal, pimienta o vinagre si lo necesitas.
- Servir y decorar:
- Sirve la sopa bien caliente en platos hondos. Añade un chorro de aceite de oliva virgen extra, espolvorea pimentón ahumado o escamas de chile si te gustan los sabores intensos. Reparte por encima las láminas de almendra tostada para un acabado crujiente y sofisticado.

Debes saber
Alto contenido en fibra vegetal. Ideal para dietas sin lactosa y sin gluten. La calabaza está repleta de antioxidantes y vitamina A. Se puede congelar sin perder textura ni sabor. Mi ingrediente favorito aquí es la crema de almendras porque transforma la sopa en algo delicado y diferente, además recuerdo la primera vez que la preparé para mi sobrina y cómo sus ojos se iluminaron con el color tan bonito. Nos reímos mucho sirviéndola en tazas grandes mientras nevaba afuera.
Consejos de conservación
Esta sopa se guarda bien en el refrigerador hasta tres días en un recipiente hermético. El sabor se intensifica de un día para otro. Puedes recalentar suavemente en una olla, removiendo bien. Si ves que se espesa, añade un poco más de agua caliente hasta lograr la textura original. También puedes congelarla en porciones listas para usar, lo que facilita tener una comida rápida y nutritiva cuando la necesitas.
Sustituciones de ingredientes
Si no tienes calabaza, puedes usar boniato o zanahoria para una sopa similar en dulzura. La crema de almendras se puede reemplazar por nata vegetal, crema de coco ligera o incluso yogur natural si no eres vegano. No te recomiendo omitir el vinagre de Jerez porque es esencial para equilibrar la riqueza de la sopa, pero si no tienes utiliza vinagre de manzana suave o una pizca de jugo de limón, siempre ajustando al gusto.
Sugerencias para servir
Acompaña esta sopa con pan de masa madre ligeramente tostado o con una ensalada de hojas verdes para un menú ligero pero completo. Para un toque especial, presenta la sopa en tazas individuales con ramitas de tomillo fresco como decoración. Se presta mucho para cenas elegantes o como primer plato en una reunión familiar. Sirve con semillas de calabaza tostadas si quieres más crocancia.

Contexto cultural
Esta sopa es un homenaje a la hospitalidad española, mezclando el famoso concepto del gazpacho con ingredientes y técnicas más propias del invierno. Aunque el gazpacho clásico es refrescante y veraniego, esta versión muestra cómo la cocina evoluciona según la estación. El vinagre de Jerez es fundamental en Andalucía, su carácter añade un toque que recuerda los mejores platos del sur. Me encanta cómo con un simple cambio de temperatura y textura se convierte en un plato completamente diferente y apropiado para los días fríos.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar otra calabaza diferente?
Sí, puedes emplear calabaza butternut o incluso boniato para variar el sabor y textura.
- → ¿Cómo consigo una textura cremosa?
La clave está en asar bien las verduras y usar crema de almendra, además de batir todo hasta obtener una mezcla homogénea.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
Sí, puedes dejarla lista y recalentar justo antes de servir. Añade las guarniciones al final.
- → ¿Qué hacer si no tengo vinagre de Jerez?
Puedes sustituirlo por un chorrito de vinagre de vino blanco o de manzana.
- → ¿Es apto para dietas especiales?
Así es, esta sopa es vegetariana, sin lácteos ni gluten. Solo contiene frutos secos (almendra).