Guardar Esta sopa fría de almendras y ajo llamada Ajo Blanco es la elegancia y sencillez del verano español en cada cuchara. Fresca y cremosa, es ideal como primer plato en días calurosos y conquista tanto en comidas informales como en cenas especiales.
Cuando falta inspiración en la cocina recurro a este Ajo Blanco: es un clásico en mi casa durante las olas de calor y siempre me sorprende ver lo rápido que desaparece de la mesa. Nada refresca tanto como esta sopa con uvas frescas y aceite de oliva.
Ingredientes
- Almendras blanqueadas: aportan cremosidad y un fondo delicado de sabor, elige almendras frescas y sin restos de piel para mayor suavidad
- Pan blanco duro: es la base que da cuerpo y grosor, usa pan del día anterior sin corteza para que la sopa quede aterciopelada
- Dientes de ajo grandes: dan su toque aromático sin dominar, prueba ajos frescos y firmes para evitar amargor
- Agua fría: preferiblemente filtrada, garantiza la textura suave y ayuda a que la sopa esté más refrescante
- Vinagre de vino blanco: realza y equilibra los sabores, puedes optar por vinagre de Jerez para un guiño tradicional
- Aceite de oliva virgen extra: es esencial, aporta untuosidad y sabor frutado, prioriza uno de buena calidad y sabor suave
- Sal fina marina: ayuda a resaltar todos los matices de los ingredientes, usa sal de buena procedencia para evitar sabores metálicos
- Uvas verdes: para decorar, aportan dulzura y contraste de textura, elige uvas firmes y dulces
- Almendras fileteadas tostadas: dan un toque crujiente y tostado, tuesta ligeramente en sartén para potenciar el aroma
- Un hilo de aceite de oliva y/o cebollino fresco o microbrotes: para dar color y frescura
Instrucciones
- Preparar el pan:
- Trocea el pan en pedacitos pequeños y ponlo a remojar en 200 ml de agua fría durante cinco minutos, apretando luego para retirar el exceso de agua. La textura debe quedar húmeda pero no líquida.
- Mezclar los ingredientes:
- Coloca en el vaso de la batidora el pan remojado, las almendras, el ajo pelado, el vinagre, el aceite y la sal. Después añade los 300 ml restantes de agua fría; así todo se integrará bien en la mezcla inicial.
- Triturar muy bien:
- Bate en velocidad alta durante unos dos o tres minutos hasta conseguir una mezcla completamente lisa, sin grumos ni rastros sólidos. Si es necesario, detén la máquina y raspa las paredes para asegurarte de que todo se integre.
- Ajustar la sazón:
- Prueba la mezcla y suma sal o vinagre a tu gusto. Busca el punto en que la sopa esté cremosa pero viva y refrescante.
- Enfriar:
- Cubre el recipiente, guarda en el refrigerador al menos dos horas. Este reposo permite que todos los sabores se fusionen y que la sopa quede bien fría y sedosa.
- Servir:
- Remueve suavemente, incorpora de nuevo la sopa, vierte en cuencos o platos hondos y añade uvas en mitades, alguna almendra tostada en láminas, un chorrito de aceite y unas hojitas verdes si quieres un efecto más vistoso.
Guardar Me fascina el toque de las uvas frescas que siempre sorprende a quien prueba por primera vez este plato. Cuando era niña mi abuela añadía las uvas solo en ocasiones especiales, pero hoy no concibo el Ajo Blanco sin ellas.
Consejos para Guardar
Un buen Ajo Blanco mejora si se guarda frío: guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador hasta dos días. Si ves que al reposar la sopa se espesa demasiado, añade un poco de agua fría al remover. Nunca congeles esta sopa porque la textura puede cambiar y volverse grumosa.
Sustituciones de Ingredientes
Si no tienes almendras blanqueadas, puedes pelarlas sumergiéndolas en agua caliente un minuto y luego retirando la piel. Si quieres darle un matiz más auténtico, cambia el vinagre de vino blanco por vinagre de Jerez; para aligerar, usa menos aceite o sustituye parte por agua y para versión sin gluten utiliza tu pan favorito apto.
Sugerencias para Servir
Es excelente como primer plato en una comida veraniega. Prueba presentarlo en vasitos pequeños como aperitivo de bienvenida, acompañado de uvas y almendras tostadas para textura. Acompaña con pan rústico y un vino blanco frío tipo verdejo o manzanilla.
Historia y Cultura
El Ajo Blanco tiene raíces antiguas en Andalucía y Extremadura. Antes de la llegada del tomate y el pimiento era el rey de las sopas frías en el sur de España; es pariente del gazpacho pero se caracteriza por su base de almendra y pan, un símbolo humilde que nació de la sencillez campesina y hoy es un bocado gourmet.
Adaptaciones Estacionales
Si preparas esta sopa en otoño te sugiero añadir pera a los trocitos como guarnición para sabor diferente; en pleno verano un toque de pepino la hace aún más refrescante. Incluso puedes incorporar hierbas frescas como albahaca o menta para reinterpretar el clásico.
Guardar Prepara el Ajo Blanco en casa y disfruta la frescura y tradición en cada cucharada. ¡Ideal para sorprender y refrescar cualquier día de verano!
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Se puede usar pan sin gluten?
Sí, puedes sustituir el pan blanco por uno sin gluten para adaptar el plato a dietas especiales.
- → ¿Cómo lograr una textura más ligera?
Añade más agua fría al gusto durante el licuado para una consistencia más suave y ligera.
- → ¿Qué tipo de almendra se recomienda?
Utiliza almendras blanqueadas para un color claro y sabor más delicado en el resultado final.
- → ¿Es necesario reposar antes de servir?
Sí, se recomienda refrigerar al menos dos horas para que los sabores se integren y la sopa esté bien fría.
- → ¿Qué ingredientes lo hacen especial?
El ajo, la almendra y el aceite de oliva virgen extra aportan intensidad y un toque tradicional español.
- → ¿Con qué se puede acompañar?
Puedes servirla con pan rústico, uvas verdes, almendras tostadas y cebollín fresco.