Guardar Estos champiñones rellenos de manchego siempre desaparecen en minutos en celebraciones familiares y reuniones con amigos. Son un aperitivo sencillo y elegante con un relleno cremoso y perfumado de hierbas frescas, perfecto para impresionar sin pasar horas en la cocina.
Me encanta cómo el manchego se funde con las hierbas, creando un relleno que rivaliza con cualquier tapa de restaurante. La primera vez que preparé estos champiñones fue para una fiesta sorpresa y no sobró ni uno. Ahora son mi opción siempre que quiero algo especial y sin complicaciones.
Ingredientes
- Champiñones blancos o cremini grandes: Elige los de cabeza firme y sin manchas para que mantengan su forma. Retira los tallos para aprovecharlos en el relleno
- Aceite de oliva virgen extra: Aporta sabor suave y ayuda a dorar sin resecar
- Queso manchego finamente rallado: Selecciona uno con curación de calidad media para el equilibrio perfecto entre sabor intenso y fundente
- Queso crema: Debe estar blando para facilitar la mezcla y lograr cremosidad
- Ajo fresco: Intensifica el sabor del relleno. Usa uno bien firme
- Perejil fresco picado: Busca hojas vibrantes y verdes. Eleva el aroma y el color del plato
- Cebollino fresco: Añade un matiz fresco y ligeramente picante
- Pan rallado: Idealmente fresco y fino. Si quieres versión sin gluten, busca certificado
- Tallos de los champiñones picados: Aportan textura y sabor umami
- Pimentón ahumado: Prefiere el español por su intensidad y toque a humo que realza al manchego
- Sal y pimienta negra recién molida: Realza los sabores y equilibra la mezcla
- Más queso manchego rallado para el gratinado: Conseguirás ese dorado irresistible
- Un poco de aceite de oliva extra para rociar antes de hornear: Da un toque final y ayuda al dorado
Elaboración paso a paso
- Preparar los champiñones:
- Limpia los champiñones con un paño húmedo sin sumergirlos en agua y retira con cuidado los tallos. Reserva los tallos para el relleno. Coloca las cabezas huecas sobre una bandeja forrada con papel de horno y úntalas ligeramente con aceite de oliva para que queden jugosas al hornearse
- Saltear aromáticos:
- Calienta una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite. Agrega los tallos picados y el ajo y cocina lentamente removiendo sin prisas hasta que estén blandos y fragantes. Esto toma unos tres minutos y hace toda la diferencia en el sabor
- Preparar el relleno:
- Deja entibiar la mezcla y pásala a un bol. Añade el manchego rallado, el queso crema, perejil, cebollino, pan rallado, pimentón, sal y pimienta. Mezcla muy bien hasta obtener una pasta homogénea y cremosa. Debe ser fácil de manejar pero no líquida
- Rellenar los champiñones:
- Con una cuchara pequeña rellena generosamente cada cabeza de champiñón presionando suavemente para que el interior quede bien compacto
- Añadir la cobertura:
- Espolvorea más manchego sobre cada champiñón y rocía con un hilo final de aceite de oliva. Así se fundirá el queso y quedará apetitoso y dorado
- Hornear:
- Lleva la bandeja al horno precalentado a doscientos grados centígrados. Hornea entre dieciocho y veinte minutos hasta que los champiñones estén tiernos y la superficie dorada burbujeante. Sabes que están listos por el aroma y el color
- Servir:
- Distribuye en un plato y decora con hierbas frescas. Sirve caliente para que el relleno se mantenga cremoso
Guardar El manchego es mi ingrediente favorito por esa untuosidad salina que da personalidad a cada bocado. Disfruto viendo cómo mi familia pelea por la última pieza en la bandeja. Compartirlos en la mesa siempre crea momentos divertidos.
Cómo conservarlos
Si sobran puedes guardarlos en la nevera en un recipiente hermético hasta por tres días. Calienta a baja temperatura en horno o sartén tapada para que recuperen la textura cremosa. No recomiendo microondas porque reseca el queso y ablanda la seta
Sustituciones de ingredientes
Si no tienes manchego prueba con gruyère maduro o un buen cheddar curado. Para la versión sin gluten solo cambia el pan rallado por uno certificado. Si quieres intensificar el sabor añade chile seco para un toque picante o incorpora tomates deshidratados en trozos finos
Sugerencias para servir
Presenta los champiñones recién salidos del horno sobre una fuente acompañados de hojas verdes frescas. Son ideales como tapa española junto a pan crujiente sin gluten si lo necesitas y una copa de vino blanco seco tipo Albariño que equilibra el sofrito y la cremosidad
Contexto cultural
El uso del manchego y las tapas hace referencia a la rica cultura gastronómica española. Los champiñones rellenos se han popularizado en fiestas familiares donde la variedad de quesos y hierbas depende de la temporada y la región. Llevar una bandeja así siempre atrae elogios de todos
Adaptaciones por temporada
En primavera puedes integrar espárragos picados al sofrito o usar cebollino fresco recién cortado. En invierno prueba con nuez moscada o avellanas tostadas picadas en el relleno para una textura distinta y aromas cálidos
Guardar Sirve estos champiñones rellenos aún calientes para lograr el mejor sabor y textura. Combinan perfecto con tu vino blanco favorito y alegrarán cualquier celebración.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Qué tipo de champiñones es mejor usar?
Recomiendo champiñones blancos grandes o cremini para que el relleno se adapte fácilmente y el resultado sea más jugoso.
- → ¿Puedo sustituir el queso manchego?
Si no tienes manchego, prueba con gruyère o cheddar curado. Cambiará el sabor pero mantendrá la textura cremosa.
- → ¿Cómo logro que las tapas queden doradas?
Usa queso extra y rocía con aceite antes de hornear. Así se crea una costra dorada y apetecible.
- → ¿Qué vino combina mejor como acompañamiento?
Un vino blanco español fresco, como Albariño, complementa muy bien el perfil del queso y las hierbas.
- → ¿Se pueden preparar con antelación?
Los puedes dejar armados (sin hornear) en la nevera y hornear justo antes de servir para conservar frescura.
- → ¿Cómo hago la versión sin gluten?
Solo reemplaza el pan rallado por uno sin gluten, manteniendo igual todos los demás ingredientes.