Guardar Un arroz vibrante de inspiración española que combina mejillones tiernos, cerezas dulces y una emulsión ácida para lograr una mezcla única de sabores de mar y tierra.
La primera vez que preparé este arroz, los aromas me recordaron a las cenas festivas junto a la costa en España, y el contraste entre las cerezas y los mejillones me conquistó tras el primer bocado.
Ingredientes
- Mejillones frescos: 1 kg, limpios y sin barbas
- Caldo de pescado o mariscos: 1 taza
- Arroz Arborio o Bomba: 1 ½ tazas
- Caldo de verduras o pescado: 3 tazas
- Aceite de oliva: 2 cucharadas
- Cebolla pequeña: finamente picada
- Ajo: 2 dientes, picados
- Pimiento rojo pequeño: picado
- Vino blanco seco: ½ taza
- Hoja de laurel: 1 unidad
- Pimentón ahumado: ½ cucharadita
- Sal y pimienta negra: al gusto
- Cerezas frescas: 1 taza, deshuesadas y partidas a la mitad
- Emulsión ácida: 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas de jugo de limón, 1 cucharada de vinagre de Jerez, 1 cucharadita de mostaza Dijon, 1 chalota pequeña picada, sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco: 2 cucharadas, picado
- Gajos de limón: para decorar
Instrucciones
- Preparar los mejillones:
- En una olla grande, calienta 1 taza de caldo de pescado hasta que hierva. Añade los mejillones limpios, tapa y cocina durante 3–4 minutos hasta que se abran. Retira los mejillones con una espumadera y reserva. Filtra el líquido de cocción.
- Saltear la base:
- En una sartén amplia, calienta 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento rojo durante 5 minutos hasta que estén tiernos.
- Dorar el arroz:
- Añade el arroz y revuelve durante 2 minutos hasta que esté ligeramente translúcido. Agrega el pimentón y la hoja de laurel.
- Deglasar:
- Vierte el vino blanco y cocina hasta que se absorba casi por completo.
- Cocinar el arroz:
- Agrega 3 tazas de caldo (mezclando el líquido reservado de los mejillones y el caldo adicional). Salpimenta al gusto. Deja hervir, reduce el fuego y cocina sin tapar durante 15 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Incorporar las cerezas:
- Incorpora suavemente las cerezas y cocina 8–10 minutos más, hasta que el arroz esté tierno y el líquido haya sido absorbido.
- Finalizar:
- Coloca los mejillones cocidos sobre el arroz. Tapa y deja reposar fuera del fuego durante 5 minutos.
- Preparar la emulsión ácida:
- Mezcla el aceite de oliva virgen extra, jugo de limón, vinagre de Jerez, mostaza Dijon, chalota, sal y pimienta hasta emulsionar.
- Servir:
- Rocía la emulsión sobre los mejillones y el arroz. Decora con perejil y gajos de limón.
Guardar Esta receta me recuerda a las meriendas familiares en verano, donde cada uno disfrutaba de combinar ingredientes inesperados en la mesa y celebrar juntos los sabores de la estación.
Herramientas Recomendadas
Necesitas una olla grande con tapa, una sartén amplia (o paellera), espumadera y batidor para preparar la emulsión.
Información de Alérgenos
Contiene moluscos (mejillones) y mostaza. Verifica los ingredientes del caldo si hay alergias al gluten.
Información Nutricional
Cada porción contiene aproximadamente 420 calorías, 14 g de grasa, 52 g de carbohidratos y 22 g de proteína.
Guardar Un toque final de perejil fresco y limón realza los sabores vibrantes. Sirve de inmediato y disfruta de esta fusión irresistible.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Qué tipo de arroz es mejor para este platillo?
Se recomienda arroz Arborio o Bomba, que absorben bien los líquidos y aportan textura cremosa sin perder firmeza.
- → ¿Cómo asegurar que los mussels queden tiernos?
Cocínalos al vapor en caldo hasta que se abran sus conchas, evitando sobrecocer para mantener textura suave.
- → ¿Puedo usar otros frutos en lugar de las cerezas?
Algunos frutos rojos, como guindas o incluso granadas, pueden aportar un toque ácido y dulce similar.
- → ¿Cuál es la función de la emulsión ácida en el plato?
Aporta frescura y un contraste brillante que realza los sabores del arroz, mussels y cerezas, equilibrando la preparación.
- → ¿Qué vino acompaña bien este platillo?
Un vino blanco seco español, como Albariño, complementa perfectamente el ligero dulzor y la acidez del plato.