
Esta sopa de ajo con huevo pochado es un tesoro de la cocina castellana que combina sabores simples pero profundos. El ajo dorado, el pan remojado y el huevo pochado se unen en un caldo enriquecido con pimentón que reconforta el alma en los días fríos.
La primera vez que preparé esta sopa fue durante un invierno particularmente frío. Me sorprendió cómo algo tan sencillo podía transformarse en algo tan extraordinario. Desde entonces se ha convertido en mi receta de emergencia favorita cuando quiero algo reconfortante con pocos ingredientes.
Ingredientes
- Ocho dientes de ajo en rodajas finas: Aportan el sabor característico y propiedades medicinales. Busca ajos frescos y firmes sin brotes
- Cuatro cucharadas de aceite de oliva: Preferiblemente virgen extra para un sabor más intenso
- 150 gramos de pan blanco duro: Elige un pan de calidad como una baguette o pan de pueblo. Cuanto más seco mejor
- Una cucharada de pimentón dulce español: El auténtico pimentón de La Vera dará el mejor sabor
- 1.2 litros de caldo de verduras o pollo ligero: El caldo casero elevará notablemente el resultado
- Sal y pimienta al gusto: Sea generoso con ambos para realzar los sabores
- Cuatro huevos frescos: Cuanto más frescos sean más bonito quedará el pochado
- Aceite de oliva extra para rociar al final: Opcional pero recomendado
- Perejil o cebollino picado para decorar: Aporta frescura y color
Instrucciones Paso a Paso
- Dorar el ajo:
- Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Añade el ajo en rodajas y cocínalo con cuidado hasta que estén dorados pero no quemados aproximadamente 3 a 4 minutos. Este paso es crucial pues determina el perfil aromático de toda la sopa. El ajo debe quedar dorado uniformemente.
- Incorporar el pan:
- Añade el pan duro y remueve bien para que se impregne del aceite y el sabor del ajo. Tuéstalo ligeramente durante 2 a 3 minutos. Verás que el pan comienza a absorber los sabores y a adquirir un ligero color tostado en los bordes.
- Añadir el pimentón:
- Espolvorea el pimentón y remueve rápidamente para evitar que se queme. Inmediatamente vierte el caldo y mezcla para combinar todos los ingredientes. El pimentón se quema fácilmente así que este movimiento debe ser rápido.
- Cocinar la sopa:
- Deja cocer a fuego lento durante 15 a 20 minutos removiendo ocasionalmente y deshaciendo el pan para crear un caldo rústico y espeso. Durante este tiempo el pan se deshará parcialmente espesando naturalmente la sopa.
- Sazonar:
- Ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto. Prueba la sopa antes de añadir los huevos para ajustar los condimentos.
- Pochar los huevos:
- Casca cada huevo en una taza pequeña. Deslízalos uno a uno suavemente en la sopa hirviendo. Pochalos sin tapar durante 3 a 4 minutos o hasta que las claras estén cuajadas pero las yemas permanezcan blandas.
- Servir:
- Sirve la sopa con un huevo pochado en cada plato. Rocía con un poco de aceite de oliva y decora con hierbas si lo deseas. El contraste entre la sopa caliente y la yema cremosa es simplemente perfecto.

Mi ingrediente favorito en esta receta es sin duda el pimentón dulce español. Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a preparar esta sopa y me explicó que el secreto estaba en ese momento preciso en que el pimentón toca el aceite caliente liberando todos sus aromas. Es un recuerdo que guardo con cariño cada vez que preparo este plato.
Historia y Tradición
La sopa de ajo o sopa castellana tiene raíces profundas en la gastronomía rural española particularmente en Castilla. Originalmente era la comida de los pastores y campesinos que necesitaban algo sustancioso y caliente durante los duros inviernos. El huevo pochado fue una adición posterior para enriquecer la sopa y aportar proteínas. Durante la Guerra Civil española esta sopa se convirtió en un plato de supervivencia debido a la escasez de alimentos.
Variaciones Regionales
En Extremadura añaden pimentón ahumado para un sabor más intenso. En algunas zonas de Andalucía incorporan jamón serrano o chorizo para una versión más contundente. En Galicia pueden añadir un poco de vino blanco al caldo. Todas estas variaciones mantienen la esencia rústica y reconfortante del plato adaptándolo a los productos locales.

Consejos de Conservación
Esta sopa se puede conservar refrigerada hasta 2 días aunque recomiendo no añadir los huevos hasta el momento de recalentar y servir. Para recalentar hazlo a fuego muy suave para que el huevo no se endurezca demasiado. No recomiendo congelar esta sopa ya que la textura del pan y el huevo se verían comprometidos al descongelar.
Sugerencias para Servir
Acompaña con una ensalada verde sencilla aliñada con vinagre de jerez y aceite de oliva. Un vino tinto joven de Ribera del Duero o Rioja complementa perfectamente sus sabores. Para una comida completa añade unas rodajas de chorizo ibérico o jamón serrano en la mesa. También puedes servir la sopa en cazuelas de barro individuales para mantener el calor más tiempo.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar esta sopa con anticipación?
Sí, puedes preparar la base de la sopa con hasta un día de antelación. Simplemente recalienta suavemente y añade los huevos pochados justo antes de servir para mantener su textura perfecta.
- → ¿Qué tipo de pan es mejor para esta sopa?
Tradicionalmente se usa pan blanco de barra o hogaza que esté duro o del día anterior. El pan rústico con buena miga funciona especialmente bien ya que absorbe el caldo sin deshacerse por completo.
- → ¿Puedo hacer una versión sin gluten?
Absolutamente. Simplemente sustituye el pan tradicional por pan sin gluten. El resto de ingredientes ya son naturalmente libres de gluten.
- → ¿Qué vino combina mejor con esta sopa?
Un vino tinto español de cuerpo medio como un Tempranillo o un Garnacha combina perfectamente con los sabores terrosos y ahumados de esta sopa.
- → ¿Cómo puedo conseguir que el huevo quede perfectamente pochado?
Para un huevo pochado perfecto, asegúrate de que la sopa esté apenas burbujeando (no hirviendo fuerte). Rompe el huevo en un cuenco pequeño primero y deslízalo suavemente en la sopa. Cocina durante 3-4 minutos para una yema líquida.
- → ¿Se puede congelar esta sopa?
Puedes congelar la base de la sopa sin los huevos pochados hasta por 3 meses. Descongela, recalienta y añade huevos frescos pochados al momento de servir.