
Esta receta de Patatas Bravas Crujientes en Freidora de Aire te permitirá disfrutar de una versión ligera y moderna de uno de los clásicos más queridos de la gastronomía española. Es perfecta para compartir en una comida informal, como aperitivo en reuniones o simplemente para darte un capricho saludable entre semana, todo sin renunciar al sabor intenso y una textura crujiente irresistible.
Siempre que la hago en casa se convierte en la estrella de la mesa. Recuerdo una tarde lluviosa donde cociné estas patatas para unos amigos y nadie pudo dejar de repetir.
Ingredientes
- Patatas: 600 g, mejor si son nuevas o de piel fina porque quedan más cremosas por dentro
- Aceite de oliva virgen extra: 1 cucharada, esencial para obtener una corteza perfecta y sabor potente
- Sal: Al gusto, elegir una sal marina gruesa potencia el sabor
- Aceite de oliva: 1 cucharada, realza los matices de las especias (para la salsa)
- Cebolla: 1/2 picada, para dar dulzor y profundidad a la salsa
- Ajo: 1 diente picado, imprescindible en la cocina española
- Tomate triturado: 200 ml, busca uno maduro y sin aditivos para sabor intenso
- Pimentón dulce: 1 cucharadita, añade color y aroma tradicional
- Pimentón picante: 1/2 cucharadita, ajusta según tu tolerancia para conseguir el punto justo
- Caldo de verduras: 100 ml, elige uno casero o bajo en sal para más naturalidad
- Sal: Al gusto, añade poco a poco y prueba (para la salsa)
Instrucciones paso a paso
- Preparar las patatas:
- Pelar y cortar las patatas en dados medianos para que cocinen de forma uniforme. Mézclalas bien en un bol con el aceite y una pizca de sal asegurando que todas las piezas queden impregnadas.
- Cocción en freidora de aire:
- Dispón las patatas en la bandeja o cesta de la freidora en una sola capa, evitando que se amontonen. Cocínalas a 200 °C durante 20-25 minutos, agitando a mitad de tiempo para obtener un dorado homogéneo y textura crujiente en todas las caras.
- Preparar la base de la salsa:
- En una sartén pequeña, caliente el aceite y sofríe la cebolla y el ajo picados a fuego medio, removiendo hasta que estén transparentes y fragantes. Esto sienta la base de aroma para la salsa.
- Cocinar la salsa:
- Incorpora el tomate triturado, el pimentón dulce, el pimentón picante y el caldo de verduras. Continúa la cocción a fuego medio durante unos 10 minutos, revolviendo de vez en cuando hasta que la salsa espese y se intensifiquen los sabores.
- Terminar y servir:
- Si prefieres una salsa fina, tritura hasta lograr la textura deseada con la batidora. Sirve las patatas calientes, acompañadas de la salsa brava por encima o en un cuenco al lado para dipear.

Siempre me fascina el aroma del pimentón cuando preparo esta salsa. Me recuerda a los bares tradicionales de mi ciudad, y me traslada inmediatamente a esas tardes de tapeo con amigos y risas.
Consejos para conservar
Guarda las patatas y la salsa por separado en recipientes herméticos. Las patatas aguantan bien hasta 2 días, puedes recalentarlas en la freidora de aire para recuperar su textura crujiente. La salsa se conserva óptima en la nevera durante 3-4 días.
Sustituciones de ingredientes
Puedes usar boniato en vez de patata para una versión diferente y colorida. Si no tienes pimentón picante, prueba con chile seco en polvo o una pizca de cayena. Para la salsa, el yogur vegetal suma un toque cremoso sin perder ligereza.
Sugerencias para servir
Acompaña con alioli casero o un toque de perejil fresco picado por encima. Son ideales para compartir en una tabla de tapas con aceitunas, pan rústico y un tinto español. También puedes servirlas como guarnición original junto a platos principales.
Contexto cultural e historia
Las patatas bravas son un icono de la cultura de tapas en España, especialmente populares en Madrid. Se crearon a comienzos del siglo XX para ofrecer un bocado asequible y contundente. Hoy en día cada bar tiene su versión guardada celosamente, pero nunca falta ese inconfundible contraste entre la alegría del picante y la suavidad de la patata.
Adaptaciones de temporada
En verano, puedes añadir un toque de limón rallado a la salsa para darle frescura. En otoño, incorpora una pizca de comino para redondear los sabores. Este plato también admite variantes con hierbas frescas según la estación.

Preparar estas patatas bravas en freidora de aire es una de esas pequeñas alegrías domésticas que nunca falla. Puedes dar tu toque personal y disfrutar de una tapa tradicional con menos remordimientos, perfecta para lucirte cuando tienes invitados o simplemente cuando quieres saborear la esencia de España en casa.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Las patatas quedan realmente crujientes en la freidora de aire?
Sí, al cocinar a alta temperatura y agitar a mitad de cocción, las patatas obtienen una textura exterior crujiente y dorada.
- → ¿La salsa es muy picante?
La intensidad depende del pimentón picante. Puedes ajustar la cantidad según tu gusto para obtener una salsa más suave o intensa.
- → ¿Puedo preparar la salsa con antelación?
Sí, la salsa brava se puede dejar lista unos días antes y guardar en la nevera en un recipiente hermético.
- → ¿Qué alternativas puedo usar si no tengo freidora de aire?
Puedes hornear las patatas a 220 °C removiendo a mitad de tiempo hasta conseguir una textura similar.
- → ¿Esta receta es apta para personas veganas y celíacas?
Sí, es apta para veganos y no contiene gluten. Solo asegúrate de que el caldo vegetal no tenga trazas de gluten.