
Esta paella de mariscos con limón y hierbas es un plato costero fragante y repleto de mariscos frescos, limón brillante y hierbas aromáticas que crean un centro de mesa impresionante y lleno de sabor.
La primera vez que preparé esta paella fue para un cumpleaños familiar y desde entonces se ha convertido en nuestro plato estrella para celebraciones. El momento en que todos se reunieron alrededor de la mesa contemplando los colores vibrantes es algo que nunca olvidaré.
Ingredientes
- Mejillones 200 g: limpios y sin barbas aportan un sabor intenso a mar que es fundamental para el caldo
- Almejas 200 g: limpias se abren liberando sus jugos que enriquecen todo el plato
- Gambas 200 g: peladas y desvenadas añaden dulzura y textura perfecta
- Calamares 150 g: limpios y cortados en anillos quedan tiernos en el tiempo justo de cocción
- Aceite de oliva 2 cucharadas: usa uno bueno para marcar la diferencia en sabor
- Cebolla mediana: finamente picada crea la base aromática imprescindible
- Dientes de ajo 3: picados finamente nunca escatimes en ajo para una paella auténtica
- Pimiento rojo: en rodajas añade color y dulzor natural
- Tomate grande: rallado o finamente picado aporta acidez y umami
- Limón: ralladura y en cuartos el toque cítrico realza todos los sabores del mar
- Arroz Bomba o Arborio 1 ½ tazas: elige Bomba para la auténtica textura española
- Hebras de azafrán ½ cucharadita: remojadas el ingrediente que aporta color y aroma distintivo
- Pimentón ahumado ½ cucharadita: selecciona uno español para mayor autenticidad
- Sal y pimienta negra recién molida: al gusto
- Caldo de pescado o mariscos 4 tazas: caliente un buen caldo casero elevará enormemente el resultado
- Perejil fresco 2 cucharadas: picado añade frescura final
- Hojas de tomillo fresco 1 cucharada: complementa los sabores mediterráneos
- Eneldo fresco 1 cucharada: picado opcional pero recomendado para un toque especial
Instrucciones paso a paso
- Cocinar los bivalvos:
- Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una paellera amplia a fuego medio alto. Añade los mejillones y almejas, tapa y cocina durante 3 a 4 minutos hasta que se abran. Descarta cualquiera que no se abra. Retira y reserva. Este primer paso es crucial para extraer el sabor marino que impregnará todo el plato.
- Preparar la base aromática:
- En la misma sartén, añade otra cucharada de aceite. Sofríe la cebolla y el ajo durante 2 a 3 minutos hasta que estén suaves y translúcidos pero sin dorar demasiado para conservar sus sabores dulces. Mantén el fuego medio para evitar que se quemen.
- Añadir vegetales:
- Incorpora el pimiento rojo y cocina durante otros 2 minutos hasta que comience a ablandarse, luego añade el tomate y cocina hasta que la mayor parte del líquido se evapore, aproximadamente 5 minutos. Esta reducción concentra los sabores y evita que el arroz quede demasiado húmedo.
- Incorporar el arroz:
- Añade el arroz, el azafrán con su agua de remojo, el pimentón ahumado y la ralladura de limón. Remueve para cubrir el arroz uniformemente con todos los sabores y aceite. Es importante que cada grano quede bien impregnado antes de añadir el líquido.
- Verter el caldo:
- Vierte el caldo de mariscos caliente, sazona con sal y pimienta, y remueve suavemente solo una vez. Deja hervir a fuego medio sin remover durante 15 minutos. Resistir la tentación de remover es fundamental para desarrollar el socarrat, esa capa crujiente en el fondo que tanto se aprecia.
- Añadir mariscos frescos:
- Coloca las gambas y los calamares en el arroz, cocinando durante 5 minutos. Luego añade los mejillones y almejas previamente cocinados en la parte superior. La distribución estética de los mariscos no solo es visual sino que permite que cada elemento se cocine perfectamente.
- Finalizar la cocción:
- Continúa cocinando durante otros 5 a 8 minutos hasta que el arroz esté tierno y el líquido absorbido. Se notará cuando el arroz empieza a hacer un ligero sonido de crujido en el fondo, señal del socarrat formándose.
- Reposo y servicio:
- Retira del fuego, cubre con papel de aluminio y deja reposar durante 5 minutos. Este paso permite que los sabores se asienten y que la humedad se distribuya uniformemente. Espolvorea con hierbas frescas y sirve con los gajos de limón.

Lo que debes saber
El arroz Bomba absorbe tres veces su volumen en líquido sin romperse La paella tradicional debe tener socarrat el fondo crujiente que es la señal de una paella bien hecha Si no encuentras azafrán puedes usar cúrcuma para el color aunque el sabor será diferente.
Conservación adecuada
La paella recién hecha siempre sabe mejor, pero puedes conservarla refrigerada hasta 2 días en un recipiente hermético. Para recalentarla, añade unas cucharadas de caldo o agua y cúbrela con papel aluminio antes de calentarla a fuego lento o en el horno a 150°C hasta que esté completamente caliente. Los mariscos pueden endurecerse ligeramente al recalentar, pero el sabor seguirá siendo excelente.
Adaptaciones y sustituciones
Esta receta es muy versátil. Si no encuentras todos los mariscos, puedes adaptarla usando lo que esté disponible en tu mercado local. Las almejas pueden sustituirse por berberechos, los calamares por pulpo en rodajas, e incluso puedes añadir trozos de pescado blanco firme como merluza o bacalao. Para una versión más económica, considera usar solo un tipo de marisco y complementar con verduras adicionales como guisantes o alcachofas.
El origen de la paella valenciana
Aunque esta versión de mariscos es deliciosa, la paella original de Valencia no llevaba mariscos sino conejo, pollo y caracoles, junto con judías verdes y garrofón. Surgió como comida de campo para los trabajadores que necesitaban un plato sustancioso. La paella de mariscos es una adaptación costera posterior que se ha hecho popular internacionalmente. Cada región de España tiene su propia variación, demostrando la versatilidad de este icónico plato español.
Consejos de servicio
La paella es un plato para compartir por excelencia. Sírvela directamente en la paellera en el centro de la mesa para un efecto espectacular y permite que cada comensal se sirva directamente. Acompáñala con una ensalada verde sencilla aliñada con aceite de oliva y vinagre de jerez, y un buen pan crujiente para mojar en los jugos. Un vino blanco seco español como un Albariño o un Verdejo complementa perfectamente los sabores del mar.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipo de arroz es mejor para la paella de mariscos?
El arroz Bomba es ideal para la paella porque absorbe más líquido sin romperse, manteniendo su integridad durante la cocción. Como alternativa, puedes usar arroz Arborio, aunque el Bomba es tradicional y proporciona la textura auténtica.
- → ¿Cómo se consigue el socarrat en la paella?
El socarrat, la codiciada capa crujiente en el fondo de la paella, se logra aumentando ligeramente el fuego en los últimos minutos de cocción y evitando remover el arroz. Escucha con atención; cuando comiences a oír un ligero chisporroteo, indica que se está formando el socarrat.
- → ¿Puedo preparar la paella con anticipación?
La paella se disfruta mejor recién hecha, pero puedes preparar todos los ingredientes con anticipación. Limpia y corta los mariscos, pica las verduras y mide los condimentos para agilizar el proceso de cocción cuando estés listo para servir.
- → ¿Qué vino acompaña mejor una paella de mariscos?
Un vino blanco seco español como Albariño o Verdejo complementa perfectamente los sabores de la paella de mariscos. Estos vinos tienen la acidez adecuada para realzar los mariscos sin abrumar los sutiles matices de azafrán y hierbas.
- → ¿Puedo sustituir el azafrán en la paella?
Aunque el azafrán aporta un sabor y color distintivos a la paella, puedes sustituirlo por cúrcuma mezclada con una pizca de pimentón dulce para obtener un color similar y un perfil de sabor aceptable si el azafrán no está disponible.
- → ¿Es necesaria una paellera tradicional para cocinar paella?
No es absolutamente necesaria, aunque es ideal. Puedes usar cualquier sartén grande y plana que distribuya el calor uniformemente. Lo importante es que tenga suficiente superficie para que el arroz se extienda en una capa fina, permitiendo una cocción uniforme.