Guardar Esta clásica Tarta de Manzana española es un postre que encanta en mi casa por su base crujiente y mantecosa y esas capas de manzana tierna con glaseado de albaricoque. Ideal tanto como broche final de una comida especial o para endulzar una tarde de café.
Recuerdo la primera vez que la preparé para el cumpleaños de mi hermana menor. Fue tan exitosa que la convertimos en tradición cada otoño y hasta los más pequeños ayudan a colocar las manzanas en espiral.
Ingredientes
- Harina de trigo todo uso: Da la estructura ideal a la base. Elige harina fresca y sin grumos.
- Mantequilla sin sal fría y cortada en cubos: Aporta sabor y textura crocante. Busca mantequilla europea si es posible.
- Azúcar blanco: Equilibra la acidez de la manzana y aporta color. Prefiere azúcar fina para mezclas homogéneas.
- Huevo grande: Une y enriquece la masa. Elige huevos frescos de gallinas camperas.
- Agua fría: Ayuda a ligar la masa. Añade poco a poco para no pasarte.
- Sal: Realza los sabores de la mantequilla. Un toque basta.
- Manzanas grandes: Golden Delicious y Granny Smith ofrecen contraste dulce y ácido. Elige frutas firmes sin golpes ni magulladuras.
- Canela molida: Añade aroma y sabor cálido. Procura que sea canela fresca de buena calidad.
- Zumo de limón: Evita la oxidación y aporta frescor. Usa limones bien jugosos.
- Mermelada de albaricoque: Fundamental para el glaseado final. Prueba a elegir una mermelada pura y espesa.
- Agua para aligerar el glaseado: Simple pero necesaria.
- Azúcar para las manzanas: El punto justo de dulzura, adapta según el tipo de fruta.
Instrucciones
- Preparar el horno y molde:
- Precalienta el horno a ciento ochenta grados centígrados, elige calor arriba y abajo. Engrasa un molde para tarta de veintitrés centímetros de fondo removible para evitar que se pegue la base.
- Hacer la masa quebrada:
- En un bol mezcla la harina, azúcar y sal. Añade la mantequilla fría y desmenúzala con los dedos hasta lograr textura de migas. Agrega el huevo, bate ligeramente y mezcla. Incorpora una cucharada de agua fría si ves que aún está seco. Añade solo un poco más si hace falta. Forma un disco, envuelve en film y reserva en la nevera veinte minutos. Esto ayuda a que la masa endurezca y no encoja.
- Forrar el molde:
- Estira la masa sobre una mesa enharinada hasta que tenga diámetro suficiente para cubrir tu molde. Colócala encima y presiona bien las paredes. Recorta el exceso y pincha el fondo varias veces con un tenedor. Lleva a la nevera otros diez minutos. Esto evita que suba al hornear.
- Preparar el relleno:
- En un bol grande echa las manzanas ya peladas, descorazonadas y cortadas. Aplica el zumo de limón, mezcla bien para evitar que se oxiden. Añade el azúcar y canela. Remueve y mezcla suavemente para que todas las manzanas se impregnen.
- Montar la tarta:
- Ordena las rodajas de manzana sobre la masa fría formando círculos concéntricos, superponiéndolas un poco para crear ese efecto clásico español. No pasa nada si alguna se rompe, eso aporta aspecto casero.
- Hornear:
- Coloca el molde relleno en la bandeja media del horno. Cocina entre treinta y cinco y cuarenta minutos, hasta que las manzanas estén doradas y la base crujiente. Observa que los bordes no se quemen. Si ves que la superficie dora demasiado, cubre con papel aluminio.
- Preparar el glaseado:
- En un cazo pequeño coloca la mermelada de albaricoque y agua. Calienta a fuego lento mezclando hasta que la mermelada quede líquida. Si prefieres un resultado muy liso, cuela la mezcla antes de usar.
- Glasear y enfriar:
- Al sacar la tarta del horno pincela toda la superficie con el glaseado en caliente. Esto aporta brillo y evita que las manzanas se resequen. Deja enfriar antes de desmoldar y servir para que la base tenga tiempo de afirmarse.
Guardar En mi familia la canela es el ingrediente estrella, siempre perfuma la cocina y logra enamorar hasta a quienes no les gustan los postres muy dulces. Mi abuela la servía con crema fresca y aún recuerdo cómo el aroma invadía toda la casa.
Trucos para Guardar y Conservar
Guarda la tarta sobrante en un recipiente hermético para mantener la base crujiente y la fruta jugosa. En la nevera aguantará hasta tres días, aunque el glaseado puede perder brillo. Si prefieres congelar, hazlo antes de añadir el glaseado y siempre envuelta en film para evitar cristales de hielo.
Sustituciones de Ingredientes
Si no tienes manzanas Golden o Granny Smith prueba con reineta; son ácidas y resistentes al calor. La mermelada de albaricoque puede cambiarse por melocotón, solo procura calentarla bien para pincelar. En caso de intolerancia a la mantequilla, usa margarina vegetal fría, aunque la textura será algo diferente.
Cómo Servir y Disfrutar
La forma más tradicional es templada con nata montada o una bola de helado de vainilla. Si la sirves cuando aún está tibia, la base quedará especialmente fragante y los aromas saltarán al plato. Un toque final de almendras fileteadas tostadas puede dar un contraste crujiente que encanta.
Guardar Esta tarta de manzana siempre triunfa por su sencillez y brillo. Sorprende a todos con su aroma especiado y base crujiente, ¡la pedirán en cada reunión familiar!
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Qué tipo de manzanas son mejores para la tarta?
Las manzanas Golden Delicious y Granny Smith ofrecen un buen balance entre dulzor y acidez para un resultado óptimo.
- → ¿Puedo sustituir la mermelada de albaricoque?
Sí, la de melocotón también proporciona un brillo y sabor delicioso para el glaseado final.
- → ¿Cuál es el truco para una masa crujiente?
Trabaja la mantequilla fría rápidamente en la harina y enfría la masa antes de hornear para una textura perfecta.
- → ¿Cómo se sirve tradicionalmente la tarta?
Se puede acompañar con nata montada o helado de vainilla para un extra de suavidad y sabor.
- → ¿Contiene algún alérgeno importante?
Sí, lleva trigo (gluten), huevo y mantequilla. Revisa los ingredientes de la mermelada por posibles alérgenos.
- → ¿Cuántas raciones salen con esta preparación?
La receta está calculada para servir a ocho personas, ideal para compartir en grupo.