Guardar Esta tarta de higos y almendras asados es todo lo que me gusta del otoño en un postre: cremosidad, dulzura natural y aromas tostados que llenan la cocina. Es perfecta para una merienda especial, para celebrar lo mejor de la temporada o simplemente para mimarte con algo casero y reconfortante.
Recuerdo la primera vez que hice esta tarta con una caja de higos maduros de mi mercado local ese aroma a almendra y fruta horneada me quedó grabado y desde entonces se ha convertido en mi postre favorito para compartir en familia.
Ingredientes
- Harina de trigo todo uso: fundamental para la base perfecta revisa que sea fresca y sin grumos
- Azúcar glas: logra una masa suave y delicada elige azúcar bien fina para mejores resultados
- Sal: realza los sabores y equilibra el dulzor
- Mantequilla sin sal: aporta sabor y textura prueba una de alta calidad bien fría en cubos para mejor manipulación
- Yema de huevo: ayuda a ligar la masa y la hace más rica busca huevos frescos y de color intenso
- Agua fría: solo la necesaria para unir la masa el agua muy fría evita que la mantequilla se derrita antes de tiempo
- Almendra molida: da cuerpo y un sabor intenso escoge almendras crudas recién molidas para mayor fragancia
- Azúcar normal: endulza sin opacar el sabor a almendra prefiere azúcar de calidad y fina
- Mantequilla sin sal: la base untuosa de la crema usa mantequilla bien blanda
- Huevo grande: esencial para ligar la mezcla busca huevos de confianza
- Harina de trigo: ayuda a estabilizar la crema un poco basta
- Extracto de vainilla: realza el perfume y da redondez al sabor opta por uno puro de buena calidad
- Extracto de almendra: intensifica el perfil de sabor puedes omitirlo si no tienes o si prefieres un gusto más suave
- Higos frescos: la estrella del postre selecciona los más maduros pero firmes su aroma dulce hará toda la diferencia
- Miel: aporta brillo y un dulzor floral prueba con miel de flores suave y líquida
- Almendra laminada: da textura y decoración tuéstalas ligero antes de usar para potenciar el sabor
Instrucciones
- Preparar la masa:
- En un bol grande une la harina el azúcar glas y la sal mezcla bien con un tenedor o batidor. Añade la mantequilla fría en cubos y frota con las yemas de los dedos hasta lograr una textura de migas húmedas no hace falta que desaparezcan todos los trocitos. Añade la yema y dos cucharadas de agua bien fría mezcla con la mano sólo hasta que la masa se una agrega una pequeña cantidad extra de agua solo si ves que algunas partes están muy secas. Forma un disco aplasta un poco con la mano envuelve en plástico y lleva a la nevera al menos media hora.
- Forrar y cocer la base:
- Precalienta el horno a ciento setenta y cinco grados centígrados. Espolvorea una superficie con harina y estira la masa hasta que tenga unos tres milímetros de grosor y cubra un molde de tarta de veintitrés centímetros. Transfiere la masa con cuidado y presiona en el molde para que esté bien pegada a las paredes y la base recorta el exceso con un cuchillo o pasa el rodillo por encima para nivelar. Pincha la base con un tenedor. Deja enfriar diez minutos en la nevera para evitar que se encoja al hornear.
- Hornear en blanco:
- Cubre la masa con papel vegetal y coloca pesos de hornear o legumbres secas encima así evitarás que suba. Hornea doce minutos retira el papel y los pesos y vuelve a hornear cinco minutos extra. Esto asegura una base crujiente que no se volverá blanda con la crema.
- Preparar la crema de almendras:
- En un bol mezcla la mantequilla blanda con el azúcar usando varillas eléctricas o de mano hasta que la mezcla esté suave y esponjosa. Añade el huevo y bate hasta integrar después incorpora la almendra molida la harina la vainilla y el extracto de almendra. Mezcla bien hasta conseguir una crema homogénea y suave.
- Montar la tarta:
- Extiende la crema de almendras uniformemente en la base ya horneada y templada. Distribuye los higos cortados a la mitad con la parte cortada hacia arriba presionando ligeramente para que se asienten en la crema. Rocía con la miel líquida y esparce las almendras laminadas por encima.
- Hornear y servir:
- Lleva la tarta al horno durante veintitrés a veinticinco minutos revisando que la superficie tome un tono dorado y el centro esté cuajado. Deja enfriar en el molde sobre una rejilla. Sirve aún tibia si prefieres la crema blanda o deja enfriar para cortes más precisos.
Guardar Cada vez que la preparo el toque de almendra me recuerda a los desayunos especiales de mi infancia cuando mi abuela tostaba frutos secos en el horno para aromatizar la casa. Creo que los higos frescos hacen que esta tarta brille pero nunca olvidaré la vez que improvisamos con peras del huerto y asombró a todos igual.
Cómo guardar la tarta
Conserva la tarta bien tapada en la nevera hasta cuatro días la textura de la masa se mantiene gracias a la previa cocción en blanco. Si deseas recalentar una porción basta unos minutos de horno suave para devolverle su aroma y cremosidad. Para congelarla envuelve cada trozo con papel de aluminio y luego en bolsa hermética así te aseguras una textura perfecta tras descongelar.
Sustituciones posibles
Si no encuentras higos puedes usar peras maduras ciruelas o incluso manzanas cortadas en láminas finas tendrás un resultado sorprendentemente rico. Cambia las almendras por avellanas o nueces si prefieres otro matiz. Para una versión sin gluten emplea harina de arroz o mezcla especial para repostería en la base.
Sugerencias para servir
Acompaña cada porción con una cucharada de yogur griego o crème fraîche bien fría para contraste de texturas. Si tienes invitados y quieres lucirte un poco más agrega ralladura de naranja o incluso unas hojas de tomillo fresco entre los higos antes de hornear resaltará el sabor de la fruta.
Guardar Esta receta siempre alegra la mesa y deja un aroma irresistible en el ambiente. Atrévete a personalizarla según la temporada ¡es una delicia que conquista a todos!