
Este postre tradicional español de buñuelos de anís es un auténtico tesoro gastronómico que combina la suavidad de la masa frita con el aroma distintivo del anís. Perfectos para cualquier celebración o como dulce capricho, estos pequeños bocados azucarados traen consigo el sabor auténtico de la repostería española.
La primera vez que preparé estos buñuelos fue durante la celebración del Día de Todos los Santos, siguiendo la receta que mi abuela trajo desde su pueblo en España. Desde entonces, se han convertido en una tradición familiar imprescindible que mis hijos esperan con ansias cada temporada festiva.
Ingredientes
Para la masa
- Un taza de agua: esencial para hidratar la harina y crear la base perfecta
- Dos cucharadas de mantequilla sin sal: aporta riqueza y textura inigualable
- Dos cucharadas de azúcar granulada: endulza ligeramente la masa sin empalagar
- Un cuarto de cucharadita de sal: realza todos los sabores y contrarresta el dulzor
- Media cucharadita de anís molido: el ingrediente estrella que define estos buñuelos
- Una taza de harina de trigo: preferiblemente tamizada para evitar grumos
- Tres huevos grandes: a temperatura ambiente para mejor incorporación
Para freír
- Aceite vegetal neutral: suficiente para inmersión completa aproximadamente 3 pulgadas
Para finalizar
- Media taza de azúcar granulada: para cubrir los buñuelos calientes
- Opcional: azúcar glass o miel para servir según preferencia personal
Instrucciones Paso a Paso
Preparación de la base
- Combina agua, mantequilla, azúcar, sal y anís:
- En una cacerola mediana. Lleva esta mezcla a ebullición a fuego medio removiendo ocasionalmente para que la mantequilla se derrita uniformemente. Observa cómo los aromas comienzan a liberarse cuando el líquido empieza a burbujear.
Formación de la masa
- Retira la cacerola del fuego e incorpora la harina de golpe:
- Mezcla vigorosamente durante aproximadamente 2 minutos hasta obtener una masa homogénea que se despegue de las paredes de la cacerola. La consistencia debe ser firme pero maleable trabajando rápidamente para evitar que se enfríe demasiado.
Incorporación de huevos
- Deja enfriar la masa durante 5 minutos:
- Exactos para evitar que los huevos se cocinen al contacto. Añade los huevos uno a uno batiendo energéticamente entre cada adición hasta obtener una masa brillante y homogénea. Esta etapa requiere paciencia, cada huevo debe integrarse completamente antes de añadir el siguiente.
Fritura perfecta
- Calienta abundante aceite:
- En una olla profunda hasta alcanzar 175°C utilizando preferentemente un termómetro para mayor precisión. Utiliza dos cucharas o una cuchara para helado pequeña para formar porciones uniformes de masa. Deja caer cuidadosamente en el aceite caliente manteniendo distancia entre cada buñuelo para evitar que se peguen.
Dorado y extracción
- Fríe los buñuelos durante 3 a 4 minutos:
- Girándolos ocasionalmente con una espumadera para lograr un dorado uniforme. Estarán listos cuando se hayan inflado considerablemente y presenten un color dorado intenso. Retíralos con cuidado y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Acabado dulce
- Mientras aún están calientes:
- Pero no quemando, reboza los buñuelos en azúcar granulada asegurándote de cubrirlos por completo. Alternativamente, puedes espolvorearlos con azúcar glass o bañarlos con miel tibia para un toque diferente. Sirve preferentemente mientras aún están tibios para disfrutar de su máximo sabor.

El anís es el verdadero protagonista de esta receta. Mi abuela siempre insistía en utilizar anís en grano que molía en el momento para obtener el aroma más intenso posible. Recuerdo vívidamente cómo toda la casa se impregnaba de ese aroma dulce y especiado cada vez que preparábamos estos buñuelos para celebraciones familiares.
Conservación y Frescura
Los buñuelos de anís se conservan perfectamente a temperatura ambiente durante 2 días en un recipiente hermético. Para mantener su textura óptima evita refrigerarlos ya que pueden reblandecerse. Si necesitas conservarlos por más tiempo puedes congelarlos una vez enfriados completamente separados con papel de hornear. Para consumirlos descongélalos a temperatura ambiente y recaliéntalos brevemente en el horno a 160°C durante 5 minutos para recuperar su textura exterior crujiente.
Adaptaciones Regionales
En diferentes regiones de España estos buñuelos presentan variaciones fascinantes. En Cataluña se conocen como "bunyols de vent" y a menudo se rellenan con crema pastelera o chocolate. En Andalucía es común añadir ralladura de limón o naranja a la masa e incluso un toque de canela. En el norte se suelen acompañar con una copa de orujo o licor de anís intensificando el sabor característico. Estas variaciones regionales demuestran la versatilidad de este dulce tradicional que ha formado parte de la gastronomía española durante generaciones.
Maridajes Perfectos
Estos buñuelos encuentran su compañero ideal en bebidas calientes como chocolate espeso a la española preparado con auténtico chocolate negro y un toque de canela. El café con leche tradicional también resulta un maridaje excepcional contrastando su amargor con la dulzura de los buñuelos. Para ocasiones especiales prueba a servirlos con una copa de Pedro Ximénez cuya dulzura complementa perfectamente el sabor anisado o con un café cortado para un contraste aromático perfecto.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar la masa de buñuelos con anticipación?
Sí, puedes preparar la masa hasta 24 horas antes y conservarla en el refrigerador bien cubierta. Déjala alcanzar temperatura ambiente antes de freír para que mantenga su textura esponjosa.
- → ¿Qué alternativa hay si no tengo anís?
Si no dispones de anís, puedes sustituirlo por ralladura de naranja o limón, canela molida, o incluso extracto de vainilla para obtener un sabor distinto pero igualmente delicioso.
- → ¿A qué temperatura debe estar el aceite para freír buñuelos?
El aceite debe estar a 175°C (350°F). Si no tienes termómetro, puedes probar dejando caer una pequeña cantidad de masa; si burbujea inmediatamente y sube a la superficie, está listo.
- → ¿Cómo evitar que los buñuelos absorban demasiado aceite?
Asegúrate de que el aceite esté a la temperatura correcta antes de freír, no sobrecargues la olla y escurre bien los buñuelos en papel absorbente inmediatamente después de sacarlos del aceite.
- → ¿Se pueden congelar los buñuelos de anís?
Sí, los buñuelos ya fritos se pueden congelar. Déjalos enfriar completamente, guárdalos en un recipiente hermético y congélalos hasta por 2 meses. Recaliéntalos en el horno a 150°C durante 10 minutos para recuperar su textura crujiente.
- → ¿Qué rellenos puedo añadir a los buñuelos?
Los buñuelos tradicionales no llevan relleno, pero puedes experimentar rellenándolos con crema pastelera, chocolate derretido, dulce de leche o mermelada una vez fritos, usando una manga pastelera con boquilla fina.