
Este pastel esponjoso de duraznos y ciruelas se convirtió en mi secreto para aprovechar al máximo la fruta fresca del final del verano. Con una base ligera y la fruta jugosa encima, es el postre ideal si buscas algo sencillo pero reconfortante, perfecto tanto para una merienda familiar como de broche después de una comida ligera.
Ingredientes
- Duraznos maduros: dos unidades cortados en láminas para dar dulzor y jugosidad. Es importante elegir duraznos firmes pero maduros para que no pierdan su textura durante el horneado.
- Ciruelas: dos pequeñas o una grande cortadas en cuartos. Añaden un toque ácido. Si prefieres puedes usar uvas partidas a la mitad y sin semillas para un resultado igual de jugoso.
- Harina de trigo: cien gramos es la base del pastel. Busca que sea de buena calidad y tamizada para lograr una textura aireada.
- Azúcar: ochenta gramos aporta dulzura. Elige un azúcar fino para que se mezcle fácilmente.
- Huevos: dos piezas para dar estructura y esponjosidad a la masa. Prefiere huevos frescos de corral si es posible.
- Leche: ciento veinte mililitros. La puedes usar entera o semidescremada para más riqueza.
- Mantequilla: cuarenta gramos derretida contribuye al sabor y a la suavidad del pastel. Además úsala para engrasar el molde.
- Extracto de vainilla: una cucharadita realza el aroma. Si tienes vainilla natural el sabor será más delicado.
- Polvo de hornear: seis gramos o medio sobre ayuda al crecimiento. Busca una marca conocida para mejores resultados.
- Sal: una pizca solo para equilibrar el dulzor y resaltar los otros sabores.
- Azúcar glas: opcional para espolvorear y decorar el pastel antes de servir.
Instrucciones Paso a Paso
- Preparar el molde:
- Unta con mantequilla un molde redondo de veintidós centímetros para evitar que el pastel se pegue y conseguir un acabado dorado y bonito en los bordes.
- Batir los huevos y el azúcar:
- En un bol grande mezcla los huevos con el azúcar con unas varillas hasta que la mezcla se vea pálida y bien aireada. Este paso asegura que el pastel quede ligero y suave.
- Incorporar los líquidos:
- Añade la leche, la mantequilla derretida y el extracto de vainilla. Mezcla hasta que se vea homogéneo y brillante.
- Agregar los secos:
- Tamiza la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal sobre la mezcla anterior. De esta manera se evita la formación de grumos. Mezcla solo lo necesario para integrar.
- Montar y colocar la fruta:
- Vierte la masa en el molde, alísala con una espátula y reparte las láminas de durazno y los cuartos de ciruela o las uvas de forma decorativa encima para que queden a la vista tras el horneado.
- Hornear:
- Lleva el pastel al horno precalentado a ciento ochenta grados y cocina de treinta y cinco a cuarenta minutos. Sabrás que está listo cuando esté dorado y al pinchar con un cuchillo salga limpio.
- Dejar enfriar y decorar:
- Espera unos minutos antes de desmoldar, y si lo deseas, espolvorea azúcar glas por encima justo antes de servir para un acabado delicado.

Debes Saber
Rico en frutas frescas, por lo que aporta vitaminas y frescura. Perfecto para aprovechar fruta madura y evitar desperdicios. Apto para vegetarianos y muy versátil según las frutas de la temporada. Uno de mis momentos favoritos es compartir este pastel con mi abuela en las tardes de otoño. Ella siempre pide un trozo extra y se lo lleva con una taza de té caliente. Es la receta que más nos une en casa cada año.

Consejos para Conservar
Guarda el pastel en un recipiente hermético a temperatura ambiente si lo comerás en uno o dos días. Para conservarlo más tiempo, colócalo en la nevera, donde se mantiene jugoso hasta cuatro días. Recomiendo calentar ligeramente en el microondas antes de servir para devolverle su textura esponjosa.
Sustituciones Prácticas
Puedes cambiar los duraznos por peras, higos o albaricoques según la estación. Incluso quedan genial manzanas finas si ya es otoño avanzado. Para una versión sin lácteos, usa leche vegetal y margarina en vez de mantequilla. El toque de vainilla se puede variar por canela si quieres un perfil más cálido.
Sugerencias para Servir
Sirve el pastel templado acompañado de una cucharada de yogur natural o crema fresca. También queda delicioso solo, con un café o infusión. Para una ocasión especial, puedes acompañarlo con helado de vainilla o una salsa rápida de frutas.
Breve Historia del Pastel de Frutas de Temporada
En la cocina mediterránea, aprovechar la fruta fresca en los postres es una tradición de siglos. Este tipo de pastel sencillo se inspira en los clafoutis franceses y en tartas rústicas de fruta donde la base absorbe todo el jugo y el aroma de la fruta. Cada familia adapta la receta según lo que crece en su región, y eso lo hace siempre especial.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Puedo usar otras frutas además de melocotón y ciruelas?
Sí, puedes sustituir por peras, higos o albaricoques según la temporada y el gusto personal.
- → ¿Cómo evitar que el bizcocho quede seco?
Evita sobrehornear y utiliza frutas frescas maduras que aporten jugosidad a la masa.
- → ¿Qué acompañamientos recomiendas?
Una cucharada de yogur natural, nata montada o helado de vainilla realzan el sabor y la frescura.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
Sí, se conserva bien un día en nevera, protegido, y mantiene su textura húmeda y perfume afrutado.
- → ¿Contiene alérgenos?
Contiene huevos, leche y gluten. Verifica la harina y levadura en caso de alergias a frutos secos.