01 -
Calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén antiadherente (24 cm) a fuego medio. Agrega la cebolla en rodajas y sofríe durante 2–3 minutos hasta que esté tierna.
02 -
Agrega las rodajas de calabacín a la sartén y cocina, removiendo frecuentemente, durante 8–10 minutos hasta que estén tiernas y ligeramente doradas. Sazona con una pizca de sal y pimienta, luego transfiere las verduras a un tazón grande y deja enfriar ligeramente.
03 -
En un tazón aparte, bate los huevos con el resto de la sal y la pimienta hasta que estén bien mezclados.
04 -
Agrega la mezcla de calabacín y cebolla enfriada a los huevos batidos. Incorpora el queso de cabra desmoronado y las hierbas picadas, si las usas.
05 -
Limpia la sartén y agrega las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva. Calienta a fuego medio-bajo.
06 -
Vierte la mezcla de huevo en la sartén y cocina suavemente durante 8–10 minutos, agitando ocasionalmente la sartén para evitar que la tortilla se pegue. Cuando los bordes estén firmes y el centro esté mayormente cocido, voltea con cuidado la tortilla sobre un plato grande.
07 -
Desliza la tortilla de nuevo en la sartén con el lado crudo hacia abajo y cocina durante 3–5 minutos más hasta que esté completamente cuajada.
08 -
Retira la tortilla de la sartén y deja reposar unos minutos antes de cortarla. Sirve caliente o a temperatura ambiente.