01 -
Corta el guanciale en pequeñas tiras y colócalo en una sartén. Calienta a fuego medio sin añadir aceite, permitiendo que se cocine en su propia grasa.
02 -
En un bol mezcla 2 huevos enteros y 3 yemas. Bate bien y añade el queso pecorino y el parmesano. Mezcla hasta obtener una textura homogénea. Agrega una buena cantidad de pimienta recién molida y bate nuevamente.
03 -
Cuando el guanciale esté bien tostado, retíralo de la sartén y reserva en un plato. Añade la grasa desprendida por el guanciale a la mezcla de huevo y queso. Mezcla rápidamente para evitar que el huevo se cocine.
04 -
Cocina la pasta al dente en agua con sal. Escurre la pasta y reserva un cucharón de agua de cocción.
05 -
Retira la sartén del fuego o bájalo al mínimo. Añade la pasta, el agua de cocción reservada y la mezcla de huevo junto con el guanciale. Revuelve bien para cubrir toda la pasta con la salsa. Si es necesario, añade más agua de cocción para ajustar la textura.