01 -
Pela las peras dejándolas enteras y con el rabito para una mejor presentación. Si deseas que se asienten de pie, corta un poco la base de cada pera para que sea plana. Opcionalmente, puedes descorazonarlas por la base con cuidado usando un cuchillo o un descorazonador, aunque no es obligatorio.
02 -
Coloca en una olla el vino tinto, el azúcar, la canela en rama, las pieles de limón y naranja, los clavos y la vainilla. Mezcla bien y añade las peras peladas. Cocina a fuego medio-alto hasta alcanzar un hervor suave, reduce a fuego medio-bajo y tapa. Cocina las peras durante 20-30 minutos, girándolas ocasionalmente para que se tinten uniformemente. Verifica que estén tiernas, pero firmes al pinchar con un tenedor.
03 -
Retira las peras de la olla y colócalas en un plato. Aumenta el fuego del líquido y déjalo hervir sin tapa durante 10-15 minutos más, hasta que el vino se reduzca a un almíbar ligeramente espeso. Retira del fuego y deja enfriar unos minutos. Filtra el líquido si prefieres un resultado más limpio, quitando especias y pieles.
04 -
Vuelve a colocar las peras en el almíbar colado. Puedes servirlas templadas o frías. Para obtener mejor sabor y color, deja reposar las peras varias horas o durante toda la noche en la nevera.
05 -
Sirve cada pera en un plato hondo o cuenco, bañándola con una o dos cucharadas de almíbar de vino. Decora con una ramita de menta si lo deseas y acompaña con una bola de helado de vainilla o nata montada. ¡Disfruta de este delicioso postre lleno de matices!