01 -
Cocina la pasta penne en una olla grande con agua hirviendo ligeramente salada siguiendo las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. Escúrrela y enjuágala con agua fría para detener el proceso de cocción. Déjala enfriar completamente.
02 -
En una cacerola mediana, calienta la leche de coco a fuego bajo hasta que comience a hervir suavemente. Añade el chocolate blanco picado y remueve con cuidado hasta que se derrita completamente y quede una mezcla suave.
03 -
Retira la cacerola del fuego y deja enfriar la mezcla durante 10 minutos. Luego transfiérela a un tazón grande. Agrega la pasta enfriada, los trozos de piña, el coco rallado y la mayor parte de la ralladura de lima (reserva una pizca para decorar). Mezcla suavemente hasta que la pasta esté bien cubierta.
04 -
Cubre el tazón y refrigera la mezcla durante al menos 1 hora para permitir que los sabores se integren y el postre se enfríe.
05 -
Antes de servir, mezcla la preparación suavemente. Reparte en tazones o vasos. Decora con copos de coco tostado, la ralladura de lima restante y hojas de menta fresca si lo deseas.