Guardar Pechuga de pato asada con reducción de granada es un plato refinado de calidad de restaurante, que combina la jugosidad del pato con una salsa ácida y brillante de granada perfecto para ocasiones especiales.
La primera vez que preparé este plato en casa fue para celebrar un aniversario y fue todo un éxito. La combinación de la carne de pato dorada con la reducción de granada sorprendió gratamente a todos mis invitados.
Ingredientes
- Pechuga de pato: 2 pechugas de pato sin hueso (aproximadamente 180–200 g cada una), con piel
- Sal marina: 1 cucharadita
- Pimienta negra recién molida: ½ cucharadita
- Zumo de granada (sin azúcar): 200 ml
- Miel: 2 cucharadas
- Vinagre balsámico: 1 cucharada
- Zumo de limón fresco: 1 cucharadita
- Semillas de granada: de ½ granada (para decorar)
- Tomillo fresco: 1 cucharada (para decorar, opcional)
- Mantequilla sin sal: 1 cucharada (para enriquecer la salsa, opcional)
Instrucciones
- Preparar el horno:
- Precalienta el horno a 200°C (390°F).
- Preparar el pato:
- Seca las pechugas de pato con papel absorbente. Haz cortes en la piel en forma de cruz sin llegar a la carne. Sazona ambos lados con sal y pimienta.
- Dorar el pato:
- Pon las pechugas con la piel hacia abajo en una sartén fría apta para horno. Calienta a fuego medio y cocina entre 6 y 8 minutos, dejando que la grasa se derrita y la piel se vuelva crujiente y dorada. No muevas el pato durante este tiempo.
- Asar en el horno:
- Da la vuelta a las pechugas y lleva la sartén al horno precalentado. Asa de 6 a 8 minutos para un punto medio, o más tiempo si lo prefieres más hecho.
- Reposar:
- Saca el pato del horno, colócalo en un plato y cubre ligeramente con papel aluminio. Deja reposar de 5 a 7 minutos.
- Preparar la reducción de granada:
- Mientras el pato reposa, retira el exceso de grasa de la sartén (resérvala si deseas). En un cacito a fuego medio, mezcla el zumo de granada, miel y vinagre balsámico. Hierve a fuego lento hasta que se reduzca a la mitad, unos 8–10 minutos, hasta quedar espesa y brillante. Añade el zumo de limón y, si lo deseas, la mantequilla al final para mayor brillo.
- Cortar y servir:
- Corta las pechugas de pato en láminas finas. Sirve en los platos, añade la reducción de granada por encima y decora con semillas de granada y tomillo fresco.
Guardar En mi familia servimos esta receta en celebraciones navideñas acompañada de arroz salvaje y verduras asadas, y siempre es un plato que todos disfrutan y recuerdan.
Opciones de Acompañamiento
Este plato combina muy bien con verduras de raíz asadas, arroz salvaje o una ensalada verde sencilla para equilibrar la intensidad de la salsa.
Consejos de Almacenamiento
Si sobran porciones, guarda el pato y la salsa por separado en recipientes herméticos en el refrigerador hasta por 2 días. Calienta suavemente antes de servir para mantener la jugosidad.
Información Nutricional
Por ración: 420 calorías, 20 g de grasas, 24 g de carbohidratos, 38 g de proteínas. Sin gluten ni alérgenos principales, pero revisa las etiquetas de los ingredientes si eres sensible.
Guardar Disfruta de esta pechuga de pato asada con reducción de granada para una ocasión especial. Su sabor elegante y jugoso sorprenderá a todos en la mesa.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Cómo lograr una piel de pato crujiente?
Seca bien la piel y realiza cortes superficiales en forma de cruz. Cocina a fuego medio sin mover para que la grasa se derrita y la piel se dore uniformemente.
- → ¿Qué beneficios aporta la reducción de granada?
La reducción concentra los sabores dulces y ácidos de la granada, complementando la riqueza del pato y añadiendo un brillo visual atractivo.
- → ¿Se puede sustituir la miel en la reducción?
Sí, el jarabe de arce es una buena alternativa que aporta un sabor diferente pero mantiene la dulzura necesaria.
- → ¿Cuál es el punto ideal de cocción para la pechuga de pato?
Un término medio (rosado en el centro) es ideal para conservar jugosidad y textura suave en la carne.
- → ¿Con qué acompañamientos se recomienda servir esta preparación?
Raíces asadas, arroz salvaje o una ensalada fresca funcionan muy bien para equilibrar sabores y texturas.