Guardar Fue un martes cualquiera cuando abrí la nevera y solo encontré aguacates maduros y una caja de pasta olvidada. No tenía ganas de salir a comprar, así que improvisé. Lo que salió de esa mezcla fue tan cremoso y vibrante que mi pareja pensó que había pedido comida de algún restaurante elegante. Desde ese día, esta pasta se convirtió en mi salvavidas cuando quiero algo especial sin complicarme la vida.
La primera vez que hice esta pasta para unos amigos, dudaban al ver el aguacate crudo mezclado con fideos calientes. Pero en cuanto probaron el primer bocado, dejaron de hablar y simplemente comieron. Uno de ellos incluso limpió el plato con pan, algo que jamás había hecho en mi casa. Esa noche entendí que a veces las mejores recetas nacen de la necesidad y un poco de confianza en los ingredientes.
Ingredientes
- Espaguetis o linguine (350 g): La pasta larga recoge mejor la salsa cremosa, asegúrate de cocinarla al dente para que tenga cuerpo.
- Aguacates maduros (2 unidades): Deben ceder un poco al presionarlos, si están duros la salsa no quedará suave ni sedosa.
- Ajo (1 diente): Un solo diente basta, más puede dominar el delicado sabor del aguacate.
- Albahaca fresca (20 g): Aporta ese toque herbal que eleva la salsa de simple a memorable.
- Jugo de limón (2 cucharadas): No solo añade frescura, también evita que el aguacate se oxide y pierda su color vibrante.
- Aceite de oliva virgen extra (60 ml): Ayuda a emulsionar la salsa y le da ese acabado brillante y lujoso.
- Queso parmesano rallado (30 g): Aporta profundidad umami, pero puedes omitirlo si buscas una versión vegana.
- Hojuelas de chile (opcional): Un toque de calor sutil que despierta todos los sabores sin ser agresivo.
- Sal y pimienta negra recién molida: Fundamentales para equilibrar y realzar cada ingrediente.
Instrucciones
- Hierve la pasta:
- Pon una olla grande con agua salada a fuego alto hasta que hierva con fuerza. Cocina la pasta según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente, firme pero tierna. Antes de escurrir, reserva media taza del agua de cocción, esa agua con almidón será tu secreto para una salsa sedosa.
- Prepara la salsa de aguacate:
- Mientras la pasta burbujea, coloca los aguacates, ajo, albahaca, jugo de limón, aceite de oliva, parmesano, hojuelas de chile, sal y pimienta en un procesador de alimentos. Tritura hasta obtener una crema completamente lisa y brillante, si queda espesa añade un poco del agua reservada hasta lograr una textura como de crema batida.
- Mezcla todo junto:
- Escurre la pasta caliente y devuélvela a la olla. Vierte la salsa de aguacate sobre los fideos y mezcla con suavidad, añadiendo el agua de cocción reservada poco a poco hasta que cada hebra quede envuelta en esa crema verde brillante.
- Sirve y decora:
- Reparte la pasta en platos hondos, espolvorea con más parmesano rallado, hojas frescas de albahaca y un toque de ralladura de limón si te apetece. Llévala a la mesa de inmediato, mientras el calor de la pasta realza el aroma del aguacate.
Guardar Una tarde de verano serví esta pasta fría como ensalada en una reunión familiar. Mi tía, que siempre critica todo, repitió dos veces y me pidió la receta anotada en papel. Verla disfrutar algo tan simple me recordó que la buena comida no necesita ser complicada, solo hecha con cariño y buenos ingredientes frescos.
Variaciones Que Funcionan
He probado esta receta con tomates cherry cortados por la mitad y salteados apenas un minuto, añaden un toque dulce y jugoso que contrasta hermoso con la cremosidad. También funciona increíble con champiñones dorados en mantequilla o tiras de pollo a la plancha si quieres más proteína. Una vez le puse espinacas baby crudas al final y se marchitaron suavemente con el calor de la pasta, aportando color y nutrientes sin esfuerzo.
Cómo Guardarla Y Recalentarla
Aunque esta pasta es mejor recién hecha, puedes guardar las sobras en un recipiente hermético en la nevera hasta dos días. El aguacate puede oscurecerse un poco, pero sigue siendo comestible. Al recalentar, añade un chorrito de agua o aceite de oliva y calienta a fuego bajo removiendo constantemente, nunca en microondas a máxima potencia porque la salsa se separa y pierde textura.
Maridaje Y Acompañamientos
Un vino blanco fresco como Sauvignon Blanc realza la acidez del limón y el verde de la albahaca sin competir con el aguacate. Si prefieres algo sin alcohol, una limonada con hierbas o agua mineral con rodajas de pepino funciona perfecto. Acompaña con una ensalada simple de rúcula y tomates, o pan crujiente tostado con un poco de mantequilla con ajo.
- Si recibes invitados, sirve en platos hondos blancos para que el verde vibrante destaque visualmente.
- Prepara todos los ingredientes antes de hervir la pasta, así todo sale caliente y fresco al mismo tiempo.
- Guarda siempre un aguacate extra por si necesitas ajustar la cremosidad de la salsa en el último momento.
Guardar Esta receta me salvó incontables noches entre semana y se ganó un lugar fijo en mi repertorio de platos rápidos. Espero que te traiga tanta alegría y satisfacción como a mí cada vez que lo preparo.
Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Qué tipo de pasta es mejor para esta preparación?
Se recomienda usar espaguetis o linguini para que la salsa cremosa se adhiera bien y se mezclen los sabores correctamente.
- → ¿Cómo lograr una salsa suave y cremosa con aguacate?
Licúa aguacate maduro con ajo, albahaca, limón, aceite de oliva y queso parmesano hasta obtener una textura homogénea. Ajusta con agua de la pasta si es necesario.
- → ¿Se puede hacer una versión vegana de este plato?
Sí, solo omite el queso parmesano o reemplázalo con levadura nutricional para mantener el sabor umami sin ingredientes animales.
- → ¿Qué función tiene el agua de la cocción de la pasta en la salsa?
El agua de la pasta ayuda a aligerar la salsa densa, facilitando que cubra la pasta de manera uniforme y mantenga la textura cremosa.
- → ¿Cómo realzar el sabor de este plato de forma opcional?
Agregar trozos de tomate cherry, champiñones salteados o pollo a la parrilla puede aportar variedad y aumentar el valor proteico.