
Esta receta es mi manera favorita de disfrutar churros recién hechos en casa sin necesidad de freidora ni lío de aceite. Los churros salen perfectamente dorados, tiernos por dentro y con su clásico toque crujiente por fuera. Una mezcla de azúcar y canela los envuelve en sabor y el chocolate caliente es el remate perfecto. Si te tienta el antojo de churros, no imaginas lo fácil y limpio que es prepararlos al horno.
Siempre preparo esta receta cuando tengo amigos o familiares en casa y es garantía de éxito. Mi abuela juraba que nada podía igualar a los churros fritos, pero tras probar estos cambió de idea y ahora los pide siempre con su taza de chocolate.
Ingredientes
- Agua: Cuarenta y cinco grados, necesaria para hidratar la harina y dar textura. Busca que sea potable y sin mucho cloro.
- Mantequilla: Mejor si es de buena calidad europea, da sabor y suavidad. También puedes optar por margarina si buscas opción vegetal.
- Azúcar blanca fina: Endulza y ayuda a dorar la masa. Elige siempre azúcar fresca, evita la morena en la masa.
- Sal: Potencia todos los matices del churro, una pizca basta. Busca sal fina para mezclar bien.
- Harina de trigo común: Imprescindible para la estructura. Usa harina floja para que queden ligeros. Revisa que esté bien tamizada, sin grumos.
- Huevos grandes: Frescos, de granja. Le dan elasticidad y suavidad. Si puedes elegir de gallinas camperas, ganarás en sabor.
- Extracto de vainilla: Completamente opcional, pero perfuma y suaviza el conjunto. Si usas uno natural, mucho mejor.
- Azúcar para rebozar: Le otorga el acabado clásico. Se adhiere mejor cuando los churros aún están calientes.
- Canela molida: Auténtica canela de Ceilán, aporta aroma. Elige la más fresca que encuentres.
- Chocolate negro en tableta: Fundirlo con leche lo hace intenso y espeso. Busca mínimo setenta por ciento de cacao para mejor sabor.
- Maicena: Da cuerpo al chocolate caliente comprobando que no tenga grumos.
Instrucciones paso a paso
- Preparar la base de masa choux:
- Pon el horno a precalentar a doscientos grados centígrados. Coloca el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal en un cazo mediano. Calienta hasta que hierva fuerte, apaga el fuego y añade toda la harina de golpe. Remueve intensamente con cuchara de madera. Debería formarse una masa compacta y suave que se despega de las paredes del cazo. Deja reposar cinco minutos para que pierda un poco de calor.
- Integrar los huevos y la vainilla:
- Cuando la masa esté tibia, incorpora el extracto de vainilla si decides usarlo. Añade un huevo y trabaja la masa con energía hasta que desaparezca. Verás que en un inicio parece que la masa se corta, pero sigue batiendo; se volverá sedosa. Repite con el segundo huevo, mezclando bien. Busca una textura lisa, densa y algo pegajosa que forme un pequeño pico al levantar la cuchara.
- Formar los churros:
- Rellena una manga pastelera con boquilla de estrella ancha. Si no tienes, usa una bolsa de congelar y corta la punta. Sobre una bandeja cubierta con papel de horno, traza tiras de masa de unos diez centímetros, separándolas entre sí para que no se peguen. Puedes hacerlas rectas o curvas a tu gusto.
- Hornear los churros:
- Lleva la bandeja al horno, cocinando entre quince y dieciocho minutos hasta que estén dorados (aunque no tan oscuros como los fritos). Para más textura, sube la bandeja al grill los últimos dos a tres minutos o sube la temperatura a doscientos veinte grados, pero vigila que no se quemen. Deben quedar dorados y crujientes.
- Rebozar en azúcar y canela:
- Prepara en un plato azúcar y canela mezclados. En cuanto saques los churros del horno y aún estén calientes, rebózalos uno a uno para que la mezcla se pegue. Si quieres que queden más pegados, puedes pincelarlos apenas con mantequilla derretida antes de rebozar. Sacude el exceso de azúcar.
- Presentar y servir:
- Dispón los churros en una fuente, espolvorea el resto de azúcar y canela por encima. Sírvelos enseguida con tazas de chocolate denso y caliente para mojar. Aconsejo disfrutar en el momento y sentir el contraste entre el chocolate y el crujiente del churro.

Debes saber
Aportan energía y alegría en desayunos y meriendas. Son bajos en grasa porque se hornean. Su textura es perfecta para mojar en chocolate. Se pueden adaptar a dietas reduciendo azúcar. Congelan bien, aunque lo mejor es comerlos recién hechos.
Cómo conservar los churros
Estos churros horneados se disfrutan mejor el mismo día, pero si te quedan, puedes guardarlos en una bolsa hermética a temperatura ambiente hasta veinticuatro horas. Para recalentarlos, mételos unos minutos en el horno, nunca en microondas, para que recuperen el crujiente. También puedes congelar la masa ya formada y hornear directamente sin descongelar sumando un par de minutos de cocción.
Sustituciones posibles
Si no tienes mantequilla, sirve margarina vegetal pero evita aceites líquidos. Para la harina, puedes experimentar con mezcla de trigo integral por extra fibra, pero la textura será ligeramente más densa. Si no tienes extracto de vainilla, pruébalos con una pizca extra de canela. Si buscas opción sin huevo, usa huevo de lino, aunque la textura final cambiará un poco. Para el chocolate, puedes sustituir leche por bebida vegetal y obtener una versión vegana.
Ideas para servirlos
No hay churros sin chocolate caliente, pero también los puedes mojar en café con leche, dulce de leche o natillas. En otoño, prueba espolvorear algo de nuez moscada y clavo en la cobertura para un toque pumpkin spice. En Navidades, un velo de cacao mezclado con canela da aire festivo. Servir con frutas frescas, como fresas, es otro acierto.
Un poco de historia
Los churros nacen como desayuno de pastores en España porque la masa se podía hacer fácilmente sobre fuego y sin ingredientes raros. Aunque hoy se asocian a celebraciones y cafeterías históricas, mi abuela siempre decía que comer churros en invierno era como recibir un abrazo caliente, tradición que ahora mantengo con mi familia con esta versión ligera al horno.
Trucos de experta
Cuida la temperatura del horno; un horno muy frío los deja gomosos. Enfría la masa unos minutos antes de añadir los huevos; esto evita que cuajen. Usa manga pastelera con boquilla rizada para el clásico dibujo, pero si no tienes, cualquiera sirve. Siempre reboza los churros en azúcar y canela cuando estén calientes: así se adhiere mejor.

Preguntas frecuentes sobre recetas
- → ¿Por qué hornear los churros en lugar de freírlos?
Al hornear los churros se obtiene una opción más ligera y limpia, conservando la textura crujiente y el sabor tradicional gracias al rebozado en azúcar y canela.
- → ¿Se puede preparar la masa sin batidora?
Sí, la masa puede mezclarse perfectamente a mano con cuchara de madera, aunque requiere energía para integrar los huevos hasta obtener una textura homogénea.
- → ¿Cómo lograr que los churros se doren bien?
Para conseguir churros dorados, hornea a 200°C y al final sube la temperatura o activa el grill unos minutos, pero vigila para evitar que se quemen.
- → ¿Qué chocolate es ideal para acompañar?
Se recomienda chocolate negro fundido con leche y una pizca de maicena para espesar, logrando así una textura espesa perfecta para mojar los churros.
- → ¿Se pueden añadir otros sabores al rebozado?
Sí, puedes dar un toque especial agregando especias como nuez moscada o clavo en otoño, o cacao en polvo en época navideña al azúcar y canela.