01 -
En una pequeña cacerola, llevar a ebullición el agua con el azúcar para crear un almíbar. Dejar hervir a fuego lento durante 2 minutos y luego enfriar completamente.
02 -
Triturar las grosellas y el cassis con el almíbar enfriado y el jugo de limón hasta obtener un puré liso.
03 -
Opcionalmente, pasar el puré por un tamiz para retirar las semillas y pieles.
04 -
Verter el puré filtrado en un recipiente hermético y congelar durante 4 a 8 horas o hasta que esté completamente sólido.
05 -
Para servir, romper el sorbete congelado en trozos y triturar nuevamente hasta obtener una textura cremosa. Ajustar la consistencia con un poco de agua si es necesario.