01 -
Si usas nectarinas frescas, lávalas, deshuesa y córtalas en trozos. Congélalas durante al menos 4 horas o toda la noche.
02 -
En una batidora potente, añade los trozos de nectarinas congeladas, el sirope de arce, la pasta de pistacho y el jugo de limón.
03 -
Licúa hasta que la mezcla tenga una textura suave y cremosa, raspando las paredes si es necesario. Agrega un poco de agua fría o jugo de fruta si la mezcla resulta demasiado espesa.
04 -
Disfruta de inmediato como 'soft-serve' o coloca en un recipiente hermético y congela de 1 a 2 horas para una textura más firme.