01 -
Precalienta el horno a 200°C y prepara una bandeja amplia forrada con papel de hornear.
02 -
Asegúrate de que los garbanzos estén lo más secos posible. Si usaste garbanzos de bote, enjuágalos y sécalos bien con papel de cocina o déjalos reposar unos minutos al aire para eliminar la humedad.
03 -
En un bol mezcla los garbanzos con el aceite de oliva, pimentón dulce, comino molido, ajo en polvo, pimienta negra y sal. Mezcla bien hasta que los garbanzos queden completamente cubiertos por las especias.
04 -
Esparce los garbanzos en la bandeja formando una sola capa. Hornéalos durante 30-40 minutos, removiendo cada 10 minutos, hasta que estén dorados y crujientes por fuera (el centro puede quedar ligeramente más tierno). Si no están crujientes tras 30 minutos, déjalos 5-10 minutos más vigilando que no se quemen.
05 -
Retira los garbanzos del horno y déjalos enfriar unos minutos. Servir inmediatamente o almacenar en un frasco hermético para mantenerlos crujientes durante 2-3 días.